Se va cerrando el círculo en torno a la Corona. Las primeras voces sugerían terminar el caso Corinna con la táctica aplicada a la infanta Cristina: repudiar a Juan Carlos de la Familia Real y desposeerlo, cuando menos oficialmente, de los títulos y los privilegios. Los artículos de opinión sobre castigar a Juan Carlos se abren paso, primero tímidamente y ahora ya abiertamente, en los grandes medios de comunicación. La sorpresa la ha ofrecido el diario más juancarlista de España: El País. Fue el diario de papel de PRISA el escogido por Juan Carlos para su operación lavado de imagen al cumplir 80 años. En diciembre publicó un publirreportaje sobre el viejo lobo de mar Juan Carlos para blanquear su imagen. Siete meses después lo apuñala por la espalda.
Una jurista habitual de los medios de PRISA, Mariola Urrea, escribe en la columna El futuro de la Corona la única solución que ve para salvar la monarquía. El diario del IBEX-35 marca así el camino al rey Felipe: "Apenas quedan ya mecanismos capaces de mitigar los daños sobre el Rey, que no pasen por sugerir a su padre un exilio voluntario y discreto". Como algunos de sus antepasados: que coja su fortuna, amantes y secretos y viva en un país lejano. La sorpresa es la crudeza de la solución y quien la publica. La experta en Derecho Internacional escribe del rey Juan Carlos: "Sus comportamientos son poco acomodados a los estándares que se debe exigir a un Jefe de Estado, o directamente incompatibles cono la ley. Pone en cuestión el pretendido éxito de la abdicación".
El debate sobre qué hará Zarzuela no puede ocultar qué harán la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. Este jueves, el juez que ha abierto una pieza separada del sumario del comisario Villarejo sobre las cintas de Corinna se plantea si acusar al rey emérito de delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales. No está claro si la Constitución protege al rey emérito por actuaciones ilegales cometidas durante su reinado, ahora que ya no es jefe del Estado. El gobierno del PSOE ha pedido un informe a los servicios jurídicos para aclararlo. Si no se investiga la corrupción del rey debido a su inviolabilidad sería un escándalo que heriría a la Corona de muerte. La experta escribe en El País: "Asistimos a un proceso de deterioro continuado de la Corona que erosiona de manera ¿irreversible? sus anclajes dentro del sistema político".
El destacado que hace el diario de la columna es sangrante sobre cómo se desangra de sangre azul la monarquía española: "Cada vez resulta más difícil justificar las aportaciones de valor de una institución salpicada de escándalos, conductas inapropiadas e indicios verosímiles". El artículo acaba definiendo a Juan Carlos como nunca se había escrito en un diario de gran tirada: "activo tóxico".