Máxima preocupación con Leonor. El viaje en el buque escuela Juan Sebastián Elcano es probablemente la aventura más complicada y dura para la princesa. Forma parte del programa de su formación militar obligatoria para la futura Jefa de Estado. Sin embargo, para ella esta experiencia está siendo mucho más dificultosa porque no tiene experiencia previa. Está con los alumnos de cuarto curso, como si fuese una más. Necesita la máxima condecoración de todos los ejércitos.
Las primeras semanas fueron las más duras para Leonor. Es la parte más dura de la travesía, un total de tres semanas sin poder poner un pie en tierra firme, cruzando el atlántico hasta llegar a San Salvador de Bahía, Brasil. En algunos momentos el mar estaba muy embravecido y sufrió fuertes mareos y vómitos. Tuvo que acudir al equipo médico a bordo, quienes le recetaron biodramina cada ocho horas. Se ausentó de las clases para descansar en su camarote.
Leonor no asistió a las últimas clases tras sufrir una fuerte caída
También en alguna de sus labores en Elcano recibió algún que otro golpe por el movimiento de la embarcación. El mar y el poco espacio a bordo hizo que cayese por las escaleras y se diese con la barandilla en los brazos. En las imágenes de Brasil se la vio con algunos moretones, pero no requirió de asistencia médica.
"Ha tenido problemas con el tema del viaje. Nos comentan que ya en Brasil se la pudo ver con moratones en los brazos debido a las náuseas y mareos que está experimentando”, dicen en ‘Elcierredigital’.
Leonor cierra en Uruguay su trayectoria por el atlántico para cruzar el Pacífico. Recuperándose de algunos de los episodios sufridos esta última semana de madrugada. Los cargos del Juan Sebastián Elcano decidieron apartar a Leonor de las clases para que se recuperase en su camarote.
El mar azotaba muy fuerte el día que le tocaba hacer unas horas de guardia de madrugada. Por este motivo, sufrió una aparatosa caída y se hizo daño en brazos y piernas.