La princesa Leonor está enfrentando uno de los desafíos más exigentes de su formación militar. Después de completar con éxito su primer año en el Ejército de Tierra, ha dado un paso más en su carrera, embarcándose en su segundo año con la Armada. Este año es crucial para su preparación como futura Jefa de Estado, lo que la obliga a superar las pruebas más rigurosas. Una de estas pruebas es la tradicional travesía a bordo del Juan Sebastián Elcano, un buque escuela que recorrerá más de 17.000 millas náuticas durante seis meses, visitando hasta ocho países, con la finalidad de entrenarse en condiciones extremas.
El viaje comenzó el pasado 11 de enero, partiendo desde Cádiz, y la princesa Leonor ya ha vivido la intensidad de la travesía, con paradas en las Islas Canarias antes de llegar a Brasil. En este entorno tan desafiante, la princesa ha tenido que enfrentarse no solo a los retos físicos, sino también a una presión emocional y mediática que ha sido muy difícil de gestionar. Mientras sus compañeros de travesía continúan hasta finales de julio, Leonor regresará a España a finales de junio.
Leonor ha querido abandonar dos veces el Juan Sebastián Elcano
Sin embargo, la ausencia de su familia, la falta de privacidad y las largas horas a bordo, sin el contacto cercano con sus seres queridos, han alimentado la incertidumbre y el estrés que la joven princesa ha tenido que afrontar en soledad. Y fuentes cercanas han revelado que en dos momentos de la travesía, Leonor mostró claros signos de agotamiento extremo, al punto de manifestar su intención de abandonar el buque Elcano.
El primer incidente ocurrió una madrugada cuando, durante su guardia, sufrió una caída en la cubierta. Este percance físico, en el que acabó magullada y que ya fue informado en EnBlau el pasado 23 de enero, dejó a Leonor muy afectada, aumentando su desconfianza en sus habilidades para continuar.
El segundo episodio tuvo lugar cuando, después de varios días de travesía, los mareos y náuseas persistieron con tal intensidad que la princesa comenzó a vomitar, lo que empeoró su capacidad para adaptarse a las condiciones del mar. Llegó incluso a someterse a pruebas médicas cuando llegó a Brasil. La presión de soportar estos síntomas y las dificultades físicas relacionadas con la travesía la llevaron a sentirse aún más desbordada.
La ruta sigue hacia Uruguay
Sin embargo, tanto sus superiores como su entorno cercano intervinieron rápidamente, reforzando el acompañamiento psicológico de Leonor para evitar que estos momentos de crisis se agrandaran. Según fuentes cercanas, la reina Letizia, la madre de la princesa, ha insistido desde el principio en la importancia de proporcionar a su hija el apoyo emocional necesario durante esta experiencia tan demandante.
La travesía del Elcano continúa este jueves para poner rumbo a Montevideo, Uruguay. Posteriormente atracará en Punta Arenas y Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Ciudad de Panamá, Cartagena de Indias y Santa Marta (Colombia), Santo Domingo y, la última, Nueva York. Posteriormente regresará a España.