El fin de semana y este lunes no están siendo demasiado católicos para Felipe y Letizia, que digamos. Aunque la parejita feliz ha seguido haciendo lo que hacen siempre los Borbones, hacer como si nada, maestros del aparentar y esconder los problemas debajo de las alfombras de palacio, especialistas en hacer el paripé y poner sonrisa Profidén de cara a la galería, la verdad es que el Borbón y su mujer están hirviendo por dentro después del escandaloso hilo de comentarios en Twitter que ha publicado (y después retirado) el ex de Letizia, Jaime del Burgo (y que posteriormente se casó con su hermana Telma).
Del Burgo ha publicado escandalosos comentarios dejando entrever que Felipe podría haber sido un cornudo, que Letizia y él podrían haber seguido viéndose cuando ella ya estaba con el príncipe de Asturias y después rey y colgando fotos donde se ve a una Letizia embarazada no se sabe de quién. Hay quien dice que el objetivo con todo el berenjenal que se ha formado es como revancha suya hacia Felipe, por no haber impedido este el pacto del PSOE con los indepes y las amnistías. Felipe y Letizia, sin embargo, tocando el violín y haciendo como si nada cuando este lunes han presidido la reunión anual del patronato del Instituto Cervantes en el Palacio Real de Aranjuez y han entregado premios como si todo el país no estuviera hablando de esto.
Ya lo dice, sin embargo, el dicho, que a perro flaco todo son pulgas. O que a menudo, cuando la gente se odia, si se puede hacer sangre, se hace. Primero ha sido Juan Carlos, quién según ha explicado en exclusiva Pilar Eyre en TV3 tiene previsto organizar un festorro de autohomenaje por su cumpleaños el 5 de enero en Abu Dhabi donde quiere que vaya todo quisqui, una manera de pasarle la mano por la cara a Felipe y a su nuera que tanto detesta, como diciendo aquí estoy yo, España me quiere. Y ahora ha sido su hija y hermana de Felipe, la infanta Elena, quien ha acabado de rematar a los actuales reyes de España, de manera indirecta. Porque según explica Sílvia Taulés en Vanitatis, la infanta está preparando la fiesta de su 60.º cumpleaños, en Zarzuela, con buena parte de su familia. ¿Cuándo? Dentro de bien poquito, el 20 de diciembre.
La hermana del rey pretende reunir a su familia... a la que ella considera su familia, sus padres, los eméritos Juan Carlos y Sofía; sus hijos Froilán y Victoria Federica; su hermana y los hijos de esta que puedan venir; la familia de la infanta Margarita o de la difunta infanta Pilar. Como Felipe no deja que su padre duerma en Zarzuela, será una comida en lugar de una cena, para que después Juancar pueda volver por donde ha venido o ir a Sanxenxo a casa de sus amigos, o al piso que tiene en Madrid la infanta Elena. “Como siempre se ha hecho, la infanta Elena suele celebrar allí su cumpleaños familiar; este año, con más motivo, sobre todo por la edad de sus padres, que ya son mayores, y por las circunstancias en las que viven”, dicen en el citado medio. Una fiesta donde querrá estar rodeada de su gente..., y donde hay dudas de si entre los invitados estarán Felipe, Letizia y sus hijas.
Elena y su cuñada, por mucho que hagan como si nada, no se soportan. Tampoco está muy bollante la relación entre la infanta y su hermano pequeño Felipe. Y ya no digamos entre los hijos de Elena, Froilán y Vic, y las hijas de los reyes, Leonor y Sofía. Y es que Letizia no quiere que las niñas estén demasiado cerca de sus primos, a los que considera unas malas influencias. Por lo tanto, será curioso ver cómo el día 20 se celebra una fiesta de cumpleaños en Zarzuela sin Felipe y Letizia. Pero viendo el percal que tienen ahora allí, con Del Burgo desembuchando, no nos extrañaría nada. Una nueva estocada a los reyes españoles en su semana negra.