Todo lo que acontece entre las paredes de Zarzuela es un misterio. Es así ahora y ha sido siempre. No obstante, años atrás era más fácil ocultarlo, ahora es misión imposible, prácticamente. Se habla mucho de Leonor y Sofía, pero de los hijos de los eméritos, cuando eran pequeños, pudieron pasar más desapercibidos. Igual que hizo Juan Carlos con Felipe, el actual rey da una paga mensual a sus hijas. A día de hoy, al ser menores de edad, no se les asigna ningún sueldo de los Presupuestos Generales del Estado. Tal y como figura en el portal de Transparencia de la Casa Real, solo Felipe, Letizia y Sofía reciben un sueldo por parte de los contribuyentes. Es probable que se sume Leonor cuando cumpla la mayoría de edad. Por ahora, ninguna de las hijas de los reyes cobran nada por desarrollar sus funciones institucionales. Lo mismo sucedió con Elena, Cristina y Felipe. No cobraban ningún sueldo cuando eran menores.
En 2019 se desveló que Felipe y Letizia asignaron una paga a sus hijas. Ambas recibían 30 euros semanales, 120 euros mensuales, para aprender a administrarse. Con ese dinero se comprarían lo que ellas quisieran.
Los hijos de Juan Carlos iban cortos de dinero
José Apezarena revela algunos detalles curiosos, como secretos ocultos o anécdotas divertidas, de la familia real. Todo lo que sucede entre sus paredes es un misterio por eso genera más intereses entre los ciudadanos. A través de amigos de los reyes, el escritor ha recabado los secretos mejor guardados en ‘Los hombres de Felipe VI’
Allí desvela que Juan Carlos y Sofía también asignaron un sueldo a Felipe, Cristina y Elena mientras eran adolescentes. Se desconoce cuantas pesetas le pagaban, pero debían ser muy pocas, ya que los tres iban escasos de dinero. "Iba a clase muy corto de dinero y pedía préstamos a sus compañeros, que luego les devolvía cuando su padre le pagaba”, decía de Felipe. Y la madre de Froilán y Victoria Federica también se las ingeniaba para conseguir un dinero extra y comprarse sus cosas.
Durante años la infanta Elena se volvió adicta a la teletienda y se gastaba todo su dinero en productos inservibles que acababan guardados en un cajón.