La infanta Elena ha hablado. No es habitual que la primogénita de Zarzuela, la que tendría que ser la reina de España si hubiera tenido las "condiciones intelectuales necesarias", se deje entrevistar. Pero el motivo se lo vale: Elena hará 61 años este 20 de diciembre y su padre, Juan Carlos, ha intercedido para que su biógrafa y amiga francesa especial, Laurence Debray, sea la encargada de hablar con Elena y escribir un artículo hagiográfico en la revista de cabecera de Juan Carlos, Hola. Dicho y hecho, este miércoles se ha publicado la columna y es un despropósito de alabanzas inverosímiles hacia la hermana mayor de Felipe con un detalle que no pasa desapercibido: Elena odia a Letizia y quiere que se sepa.
Elena recuerda el regalo por los 60 años, una comida que unió por primera y última vez a toda la familia. ¿Toda? No. Faltaron las hijas de Letizia Leonor y Sofía que a pesar de ser finales de diciembre y encontrarse en Madrid, no quisieron mezclarse con los borbones. Letizia fue pero por una razón mucho concreta: hacía pocos días que su antiguo amante Jaime del Burgo había hecho pública la relación adúltera con la reina. Letizia vivía sus peores momentos como reina y tuvo que bajar la cabeza e inmolarse con la parte podrida de Zarzuela: Cristina, Elena, Froilanes y Juan Carlos. Elena no perdona y ahora recuerda a toda su familia presente en aquella comida excepto a una persona: Letizia. Escribe: "El año pasado, estaba feliz de haber reunido a toda su familia para su cumpleaños número 60. Fue la primera vez en mucho tiempo que pudo estar rodeada de los suyo, al completo: su hermana, su hermano, sus padres, sus hijos, sus primos, sus sobrinos y sobrinas". De la cuñada plebeya ni una palabra. La detesta, lo odia, le da asco.
Aparte de dejar por escrito y de forma explícita que no considera Letizia su familia y que la desprecia al recordar aquella comida de aniversario, el artículo es un grupo de adjetivos laudatorios a la infanta Elena para blanquear su imagen de elitista, arisca, maleducada, malhumorada y ultra. España entera ha visto cómo Elena exhibe su mal humor y maltrata a los periodistas, los hijos y el servicio. Pero Laurence Debray al pinta como una mujer esbelta, guapísima, próxima, elegante, sofisticada, feliz y orgullosa de sus dos hijos ni-nis. Parece un chiste. Estos son algunos de los fragmentos del artículo:"En las fotos familiares de la época, se ve a una niña guapa, con una mirada decidida y traviesa. Hoy me impresiona su disciplina. No conoce la pereza ni el abandono. Acude cada mañana a las oficinas de la Fundación Mapfre, donde está a cargo de todos los proyectos sociales, y va directamente a entrenar a las caballerizas. Su agenda siempre está llena. No sé cómo soporta este ritmo y, más aún, lo hace de buen humor, transformando una obligación en una satisfacción. Lo hace por pura empatía y devoción".Es un artículo de una impudicia difícil de encontrar en la prensa española.
El artículo hecho por encargo no se sabe si Juan Carlos ha cobrado o ha pagado para publicarlo. Su amiga especial sigue alabando a Elena: "Hoy luce atuendos más elegantes, con un estilo a la vez clásico y español que le sienta de maravilla. Más aún porque tiene un cuerpo de atleta que genera envidia. Elena es la amiga que a todos nos gustaría tener en la vida, fiel y atenta. Siempre está presente cuando se la necesita, dispuesta a levantar los ánimos, recomendar buenas series, compartir recetas sanas y fáciles y ofrecer un recuerdo. Todo le parece interesante y todo lo disfruta. Tiene el arte de transformar los contratiempos en risas. Es tan cálida que pone a todos a gusto. También está muy orgullosa de su hija, de su trayectoria, de su independencia". Y la frase definitiva: "Puede comer una cena fría que debía estar caliente sin decir nada para no incomodar a la anfitriona". Da vergüenza ajena y solo se escribe una verdad, por omisión: Elena odia a Letizia.