Se marchan sin dar explicaciones, protagonizan escándalos con multimillonarios acusados de explotar a sus trabajadores y las fiscalías de Europa los investigan o, hasta ahora cómo es el caso de Suiza, les investigaban. Pero la opinión pública, motivada especialmente por la derecha española, aplaude con las orejas a los borbones. Por eso, el retorno de Juan Carlos I procedente de los Emiratos Árabes Unidos cada vez se acerca más.
Y en paralelo, también el de la reina emérita Sofía. Alejada del foco mediático cuando Juan Carlos decidió marcharse, su perfil bajo parece que lo está reconvirtiendo. Si vuelve el emérito, ella no quiere seguir en el segundo plano de ahora. Una buena declaración de intenciones es la que protagonizó ayer. Mientras el emérito buscaba la fotografía desde de Abu Dhabi animando en Rafa Nadal en un torneo de tenis, la Reina Sofía daba muestras de felicidad viendo el último concierto del cantante Raphael en Madrid.
Así lo recogió el programa de Telemadrid Juntos, donde se podía ver una Sofía feliz, bien lejos de su todavía marido, Juan Carlos I. La emérita fue acompañada de sus amigas e, incluso, se atrevió a saludar a los fans que lo aclamaban.
Aunque hace más de un año que no se les ve juntos, los eméritos no han perdido las formas durante estas fiestas. Sus asesores, han copiado y enganchado las firmas respectivas y las han acompañado de una imagen de un belén|pesebre napolitano por felicitar la Navidad públicamente.
La letra del buenas fiestas está escrita en ordenador y las dos firmas y el año, con bolígrafo. Ningún mensaje ni ningún comunicado, en definitiva, una de las felicitaciones más horrorosas que se acuerdan de los borbones. En paralelo, Felipe VI ha decidido desvincular la felicitación suya y de la familia directa, de la de sus padres.
Desde el verano del 2020 el rey emérito vivo a los Emiratos Árabes, pero después del cierre de las causas judiciales que se habían abierto a Suiza por la donación de 65 millones desde Arabia Saudí, Juan Carlos I está intentando volver a España, aunque su retorno podría afectar negativamente a su hijo Felipe, con quien prácticamente no tiene relación hoy en día. Hoy por hoy, la Monarquía y la Zarzuela negocian la vuelta del exmonarca, buscando tomar una decisión bilateral, teniendo en cuenta la llegada de las fiestas navideñas.