El pasado domingo todas las miradas estuvieron puestas en Irene de Grecia. Hace algo más de un año que se diagnostico a la hermana de la reina Sofía, Alzheimer. Desde su última aparición, el estado de salud de la octogenaria ha empeorado considerablemente. Apareció por primera vez en silla de ruedas, con el rostro muy marcado y la mirada totalmente perdida. Ya apenas recuerda nada, algo que genera un profundo dolor en su hermana, ya que Irene siempre ha sido su apoyo más importante. Ha vivido con ella en Zarzuela durante cinco décadas. Llegó para unos días, pero finalmente se quedó al no encontrar a nadie que se casase con ella.
Los hermanos de la reina Sofía se están yendo demasiado pronto. Hace algo más de un año tuvo que despedirse por sorpresa de su hermano Constantino. El rey heleno falleció con poco más de ochenta años. La emérita pasaba muchas semanas en Reino Unido con su familia, y aunque tiene muy buena relación con la mujer de su hermana, ya no es lo mismo. Fue una de las pérdidas más duras en su vida. Por otro lado, tampoco ayuda el estado de salud de Irene. Se ha quedado sola.
Después de estas pérdidas, la reina Sofía ve que ella también es mayor y que su final está cada vez más cerca. Ella ya le ha dejado bien claro a su hijo que querría incinerarse y tirar sus cenizas al mar Egeo, donde nació y fue tan feliz de pequeña. Hasta la fecha, la madre de Felipe VI se ha mantenido en la corona, la único Borbón que continúa gracias a su papel de víctima. Es una de las más queridas por los ciudadanos. El actual rey sabe que si le quita a su madre estas funciones puede ser el golpe más duro y definitivo, mientras tenga plenas facultades, su sueño es morir como reina, en este caso emérita.
La reina Sofía, pérdida de movilidad y olvidos frecuentes
Sin embargo, en el último año, la reina Sofía ha empeorado considerablemente, y no solo en su tristeza. Son muchos expertos los que hablan de depresión. También ha presentado problemas de movilidad. Siempre intenta ir del brazo de alguien para no caerse, debería usar bastón pero se niega en rotundo, especialmente en las salidas públicas, porque no quieren que la vean como una anciana desvalida.
En el paseo familiar del pasado martes por el centro de Palma de Mallorca, la reina Sofía sufrió un tropiezo. Estuvo a punto de caerse ante las cámaras, prueba de que ha perdido facultades por su avanzada edad. También ha tenido algunos descuidos. Algunos han sido públicos, pero muchos otros no. El personal de servicio que la asiste sabe perfectamente su estado de salud y es preocupante, tal y como informaron a Felipe, Cristina y Elena. Debería descansar, y hacerlo acompañada, no sola.
