Si bien es cierto que en los últimos meses se está hablando mucho del estado de salud de Juan Carlos I, entre otras cosas porque el estado de salud del emérito ha empeorado de forma notable, cabe tener en cuenta también que una de las principales preocupaciones que tienen tanto Felipe como sus hermanas, las infanta Cristina y Elena, es el estado de salud de su madre, la Reina Sofía.
En este caso eso sí los problemas no son precisamente los mismos, entre otras cosas porque, mientras que Juan Carlos I tiene evidentes problemas de movilidad, hasta el punto que casi siempre utiliza una silla de ruedas, los problemas que está empezando a tener la reina emérita no pasan tanto por su movilidad, que no deja de ser ni mejor ni peor respecto a una mujer de su edad, sino más bien por problemas cognitivos y de pérdidas de memoria.
Felipe, Elena y Cristina saben que su madre no pasa por su mejor momento
En este sentido, parece ser que han sido algunos de los empleados que llevan más años cuidando de la Reina Sofía y que por lo tanto tienen mucha confianza tanto con el rey Felipe como con sus hermanas, los que han decidido avisarles del empeoramiento de la emérita en este sentido, entre otras cosas porque han observado que en algunas ocasiones las pérdidas de memoria empiezan a ser evidentes e incluso ha habido episodios en los que la mujer de Juan Carlos I no ha estado precisamente muy lúcida.
No es que sea ningún secreto que el papel institucional de la emérita es cada vez menor, y que, teniendo en cuenta también que la idea desde la institución es que, sobre todo ahora que la princesa Leonor y la infanta Sofía están ganando mucho protagonismo, la mujer de Juan Carlos I disfrute de sus últimos años de una manera mucho más tranquila.
Como no podía ser de otra forma y como ocurre también con su padre, el rey Felipe ordenó hace ya mucho tiempo que tanto su madre como su tía, Irene de Grecia conocida como tía Pecu, tuvieran una serie de especialistas médicos disponibles las 24 horas.
Por mucho que el estado de salud de su hermana sea mucho peor que el suyo en este sentido, incluso la propia Sofía no ha dudado en las pocas veces que puede hablar tranquilamente con su hijo consciente de que Letizia quiere alejar al máximo a Felipe de su madre, comunicarle que ella misma también tiene cierta preocupación acerca de su estado.