Tal y como te hemos contado en el pasado, Victoria Federica usaba las instalaciones de los reyes para pasar sus resacas después de noches de fiesta. Vic cogía un taxi y se dirigía a la Zarzuela, donde el personal de la casa real le esperaba en la puerta. Allí pernoctaba y desayunaba, como si fuera su Bed&Breakfast particular. Letizia cortó de cuajo esta costumbre, prohibiéndole que siguiera realizando esas prácticas. Si quería dormir la mona tendría que hacerlo en otro sitio.
Ahora, sin embargo, las cosas han cambiado. La reina Letizia ha perdido mucho poder en Zarzuela tras las revelaciones de Jaime del Burgo acerca de sus presuntas infidelidades al rey Felipe VI. Y a Victoria se le levantó el veto.
Y no solo eso. Ahora Vic tiene una aliada en Zarzuela para sus correrías nocturnas. Esta no es otra que Irene Urdangarin. La única hija de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin decidió instalarse en palacio junto a su abuela y su tía, después de su retorno de Camboya, donde ha pasado cuatro meses haciendo trabajo de voluntariado. La joven ha preferido quedarse en Madrid, descartando regresar a Ginebra con su madre.
Victoria Federica e Irene recuperan el tiempo perdido
Una Irene que siempre ha mantenido una excelente relación con su prima Victoria. Ambas han salido juntas de fiesta y han compartido mucho más que la mesa de la comida de Navidad. Algo que incluso ha generado algunas discusiones entre sus madres, las infantas Cristina y Elena. Tal y como reveló Monarquía Confidencial, Cristina llegó a llamar a Elena para decirle que Vic era una mala influencia para su hija Irene.
Pero los caminos de Victoria e Irene no se han separado. Ni mucho menos. Aprovechando que Letizia pinta poco actualmente en Zarzuela, Victoria ha recuperado su costumbre de usar palacio como un Bed&Breakfast. Y también la de llevarse a su prima de fiesta. Empleados de Zarzuela han llamado la atención sobre sus llegadas a altas horas de la madrugada, en ocasiones acompañadas de amigas, y en estados que alteran el descanso del personal a causa de las risas y las voces altas.