Felipe y Letizia han intentado aparentar normalidad en su última aparición internacional. La semana pasada realizaron el primer viaje internacional, en esta ocasión a los Países Bajos. Allí se reencontraron con Guillermo y Máxima de Holanda. Es una monarquía con la que tienen una buena relación. Amalia de Holanda, futura reina, como Leonor, vivió unos años en Madrid y el rey de España es su padrino. Los monarcas se mostraron muy entusiasmados con este viaje. Sin embargo, la realidad es bien distinta. Los padres de Leonor y Sofía pidieron dormir en habitaciones separadas en el Palacio Real de Ámsterdam, donde se alojaron dos noches. De cara al público ambos mostraban miradas cómplices y algunos gestos de cariño, como esa forma de Felipe de agarrar a su mujer por la cintura cuando soportaba un importante dolor de pies debido a la enfermedad que padece.
Pero de puertas para dentro del recinto de Zarzuela, los empleados de Felipe y Letizia saben que esta no es la realidad del matrimonio. Es muy complicado que ambos se entienden y es que la relación está totalmente rota. Lejos de quererse se odian con todas sus fuerzas. La reina nunca estuvo enamorada del rey, y el padre de Leonor y Sofía se sintió decepcionado con ella por ser una mentirosa. Jaime del Burgo ha revelado el verdadero motivo por el que los monarcas habrían puesto punto y final a su matrimonio. Se trataría de una infidelidad.
Felipe no soporta a Letizia
En 2012 fue cuando saltó todo por los aires porque Juan Carlos sospechó de Letizia y pidió al CNI que la investigase. Efectivamente estaba con otro hombre. El emérito se lo contó a Felipe. De aquí radica la venganza de la reina contra su suegro. A partir de ese momento en el pabellón del príncipe solo se oyen gritos y discusiones, menos mal que ahí no despiertan a ningún vecino, pero tienen a todos los empleados de Zarzuela y militares con mucho miedo. Cuando entran a trabajar para los reyes firman un contrato de confidencialidad, sin embargo alguno se va de la lengua y asegura que las discusiones son constantes. Eso no es vida, hablan de una relación tóxica.
Pilar Eyre se percató de algunos detalles del viaje de Estado de los reyes a Ámsterdam. Como por ejemplo, cuando antes de subir al avión unos militares hablaban con Letizia y Felipe la miró muy mal sin saber que les grababan. Los gestos hablaban por sí solos.
"Ella habla con dos miliares haciendo unos gestos y Felipe está ceñudo mirándola a ella. Entonces en ese momento salen sonriendo porque saben que los están grabando. En la puerta ella hace un gesto señalándole a él y luego señalándose a sí misma: A ver que quieres que haga", añade la periodista. Después asegura que no le vuelve a hacer caso. "No le vuelve a prestar atención durante todo este acto. Le da la espalda todo el rato, yo creo que de una forma un poco maleducada. Ella va corriendo detrás y él no le hace ningún caso y se sube a la escalerilla del avión", sentencia Pilar Eyre.