La Casa Real está cada vez más cansada de la familia Urdangarin. Si en el pasado la principal preocupación eran los hijos de la infanta Elena, ahora también lo son los de la infanta Cristina. Los jóvenes han decidido tomar caminos propios, pero ninguno de ellos parece estar enfocado en el trabajo o en los estudios.

El caso de Irene Urdangarin es un ejemplo claro de esta situación. Tras no lograr superar las pruebas de acceso a la universidad de Lausana el año pasado, optó por tomarse un año sabático. Durante ese tiempo, decidió mudarse a Madrid y alojarse en el Palacio de la Zarzuela junto a su abuela, la reina Sofía. No mucho después, su hermano Miguel siguió sus pasos. El joven había iniciado un proceso de formación para convertirse en monitor de esquí, pero sufrió una lesión que lo obligó a interrumpir su preparación. Durante su recuperación, también se trasladó a Zarzuela.

Miguel Urdangarin y la infanta Cristina / Europa Press

Esta situación no fue bien recibida por el rey Felipe VI y la reina Letizia. Ambos consideran que ni los Urdangarin ni los Marichalar deberían tener acceso a la residencia oficial de los monarcas, ya que su presencia constante podría comprometer la privacidad y seguridad del recinto. Además, la conducta de estos jóvenes no es la más disciplinada, lo que ha generado aún más molestias. Por este motivo, Felipe VI decidió poner un alto a la situación y dejó claro que Zarzuela no es un hotel. Ante esta negativa, Irene y Miguel optaron por mudarse a Reino Unido, donde reside su hermano Juan.

En la actualidad, Irene está cursando estudios en Organización de Eventos en la Universidad de Oxford, mientras que Miguel, tras haber finalizado la carrera de Ciencias del Mar en Londres hace más de un año, se encuentra sin trabajo. Aunque realizó unas prácticas, la empresa en la que colaboró no le ofreció un contrato, por lo que actualmente no tiene empleo ni continúa con su formación académica.

Miguel Urdangarin, de fiesta en fiesta en Madrid, preocupación en Zarzuela 

Lejos de centrarse en encontrar una ocupación estable, Miguel Urdangarin ha estado viajando con frecuencia a Madrid. Su motivo principal no es otro que su relación sentimental con Olympia, una joven con la que coincidió en sus años de estudio en Ginebra y a quien reencontró en España. Desde hace más de un año, mantienen una relación amorosa y disfrutan de la vida nocturna madrileña. Su estilo de vida despreocupado ha despertado inquietud tanto en la Casa Real como en su madre, la infanta Cristina.

El rey Felipe VI ya ha intervenido en la situación, advirtiendo a su hermana sobre la conducta de Miguel. La preocupación de la corona radica en que no quieren que el joven termine convirtiéndose en un foco de atención mediática, como ha ocurrido con Victoria Federica y Froilán. En Zarzuela prefieren que Miguel se enfoque en su futuro laboral y, si es posible, que lo haga lejos de España, evitando cualquier tipo de escándalo que pueda afectar a la imagen de la familia real, especialmente a las princesas Leonor y Sofía.

Miguel Urdangarin y Olympia / Instagram '¡Hola!'