Los empleados de Zarzuela aguantan poco tiempo a las órdenes de Letizia. Con la reina Sofía era complicado, pero con ella aún más. El nivel de exigencia es superior, además en su caso es muy controladora y obsesiva. Está siempre encima y no pueden trabajar. No perdona ni un solo error, despedidos. Cuando la reina heredó el trono debido a la proclamación de Felipe VI como rey de España, se temieron lo peor. Sabían que iban a vivir una auténtica pesadilla y algunos ya decidieron marcharse. Algunos tuvieron más suerte porque la reina Sofía quiso mantener a los más veteranos solo a su servicio en el palacio de la Zarzuela.

Mientras trabajan en palacio tienen un acuerdo de confidencialidad. No pueden decir absolutamente nada de lo que sucede en el interior. No pueden revelar ningún aspecto íntimo. Ni tan siquiera pueden entrar teléfonos móviles o cualquier aparato electrónico para evitar grabaciones o fotografías privadas tanto de ellos como del anterior.
Letizia trata a sus empleados con mucho desprecio, se cree superior
Muchos han definido a Letizia como una persona con muy mala educación. Uno de ellos fue David Rocasolano que escribió una biografía no autorizada de la monarca motivo que les llevó a romper su relación de amistad.
En su última aparición dijo “yo a Letizia la quiero lo más lejos posible”. Y la describió como "desconfiada, controladora, celosa y violenta verbalmente”. En más de una ocasión le han propuesto arremeter de nuevo contra la reina con una segunda biografía actualizada, pero siempre se ha negado. Parece que haber perdido el apoyo de toda la familia ha sido determinante para decir que no. “Me proponen un segundo libro, pero es que no le encuentro el sentido, más que meterme en líos. Yo vivo muy tranquilo y ‘por la patria’ no lo hago. Ni por la patria ni por la pasta”.
Los empleados de Zarzuela aseguran que Letizia trata con mucho desprecio y superioridad a sus trabajadores. Incluso a los asesores de su propio equipo. Las únicas que reciben un trato diferencial son sus amigas, Eva Fernández y Luz Valero.
La reina se enfada con mucha facilidad y cuando eso sucede no solo la paga con Felipe VI, con quien ya no mantendría una relación, también con sus empleados. Hay más de un despido a la semana. No le tiembla el pulso.
