La princesa Leonor inició el pasado 11 de enero una de las experiencias más exigentes dentro de su formación militar: la travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Durante seis meses, la heredera al trono recorrerá ocho países junto a sus compañeros guardiamarinas, enfrentándose a las dificultades de la vida en alta mar.

Sin embargo, aunque desde la Casa Real han intentado que la princesa sea tratada como una más, hay ciertos privilegios que están generando un creciente malestar dentro de la embarcación. Ya ocurrió en la Academia Militar de Zaragoza y en la Escuela Naval de Marín. Y ahora este escenario se repite en el Elcano, donde Leonor sigue gozando de su ‘condición especial’ que, anteriormente le ha otorgado privilegios como el ser siempre la primera de la promoción o medidas más laxas a la hora de realizar algunas pruebas físicas y teóricas.

La princesa Leonor tiene privilegios en Elcano por su ‘condición especial’

Desde el primer día, Leonor ha experimentado en carne propia lo duro que puede ser este tipo de formación. Ha padecido todos los síntomas habituales entre quienes no están acostumbrados a pasar largos periodos en un espacio tan reducido: mareos, náuseas, episodios de claustrofobia… Además, debe compartir camarote con tres compañeras más, durmiendo en literas triples con una mínima separación y apenas un pequeño espacio para sus pertenencias.

Leonor
Leonor

No obstante, hay detalles que han comenzado a generar diferencias significativas entre ella y sus compañeros. Uno de ellos tiene que ver con la comunicación con el exterior. Mientras que el resto de los guardiamarinas se encuentra prácticamente incomunicados durante semanas, Leonor dispone de un teléfono satelital exclusivo que le permite hablar con su familia a diario. Este dispositivo, cuyo coste supera los 2.000 euros, está reservado habitualmente para altos cargos y emergencias. Pero en este caso ha sido autorizado por la reina Letizia, quien está especialmente preocupada por su hija.

Leonor genera controversias a bordo del Juan Sebastián Elcano

El hecho de que la princesa tenga acceso a una comunicación constante con sus padres ha generado descontento entre sus compañeros, que también están sometidos a la dureza de la travesía, pero no puedan hablar con sus familias. Aunque la Casa Real insiste en que la princesa está sometida a la misma formación y exigencias que sus compañeros, este privilegio exclusivo ha marcado una brecha entre ella y el resto de la tripulación.

Elionor saludant des del vaixell escola
Elionor en el Elcano

Además, algunas fuentes aseguran que los superiores del buque han recibido instrucciones para garantizar la comodidad de la heredera, algo que tampoco ha pasado desapercibido entre sus compañeros. Estas diferencias podrían perjudicar su percepción pública, ya que, en lugar de ser vista como una más del grupo y considerar que logra las cosas por méritos propios, su presencia en el buque podría interpretarse como una experiencia llena de privilegios en un entorno donde se espera igualdad y sacrificio.