'La Princesa en la Sombra' es como se le conoce a Irene Urdangarin, la nieta más amable y morrocotuda de los reyes eméritos. Sofía y Juan Carlos I tienen un sol en la Casa Real y ella lo demuestra día a día. EN Blau habla bastante sobre ella y estamos pensando muy seriamente hacer un test sobre la catalanísima en las próximas semanas. No sería mala idea: muchos sacarían un 10, pues es una chica a la que no le gusta estar en embrollos. Lo suyo es la moda, los paseos, la familia y las amistades... Es una chica humilde, aun y su familia tener millones de euros y tener el control del país. Su tío Don Felipe es seguramente de las personas más influyentes de Europa, pero eso a ella no le repercute. Ella hace su vida con una tónica que la tiene grabada en la sangre: vive y deja vivir. Claro que sí, Excelentísima Señora.
Y es que la tratamos así porque lo dice la ley. Igual que la infanta Sofía merece el trato de 'Su Alteza Real' o Letizia de 'Su Majestad', Irene es 'Excelentísima Señora'. Un trato que seguro que no le daría el juez Castro cuando en 2014 se la encontró en el hospital. Sí, sí, Irene Urdangarin con 9 años había acudido a clínica Rotger de Palma de Mallorca tras sufrir un percance en el pie y se topó de narices con el juez Castro, el mismo que imputó a su padre Iñaki. Muy muy fuerte esta escena, de la que se hicieron eco varios medios en aquella época.
El encuentro, sin embargo, no fue a solas, ya que Irene Urdangarin no había acudido sola al hospital. Con nueve años los niños no pueden ir solos por la calle y es por esto que la acompañó su yaya la Reina Sofía. Mientras estaban allí en la clínica esperando para ser atendidas, de una de las puertas del hospital salía el juez Castro tras recibir una visita médica que ya tendría pactada. Alucinante la escena, de pura coincidencia. No se sabe si se dirigieron la palabra: lo que es real es que a Sofía y a Irene seguro que les cogió un buen susto cuando vieron salir al que era el juez instructor del caso Nóos y que hizo sentar a Iñaki -y posteriormente se sentaría Cristina- en el banquillo de los acusados. La bestia negra del clan Urdanga, cara a cara con la hija pequeña y la suegra. ¿Qué pasó? Eso solo lo saben ellos...
El 5 de junio es su cumple y heredará un palacio
Irene Urdangarin, la sobrina catalana de Letizia, tiene unas ganas locas de que llegue su cumpleaños. Lo que más ilusión le hará es celebrarlo con la familia Borbón, pero también con sus amigos de Pedralbes, a los que de vez en cuando acude a visitar cuando viene a Barcelona. Sin embargo, tiene presente que tiene un regalo pendiente: un obsequio que le caerá del cielo sin ella tener que hacer nada ni mover un dedo. Y es que, automáticamente, el 5 de junio, Irene Urdangarin pasará a heredar, junto a sus primos mayores de edad -todos menos Leonor y Sofía- un pomposo palacio en Ciutadella (Menorca), producto de la herencia que dejó un monárquico fan de sus abuelos y sus tíos cuando falleció, Juan Ignacio Balada Llabrés.