La Reina Sofía se ha mantenido siempre al margen de los líos amorosos de Don Juan Carlos I. Aunque las infidelidades a su mujer eran sabidos por todos, el matrimonio siempre se mantuvo unido, por lo menos de cara a la galería, no podían consentir separarse. Una vez el rey emérito abdicó, los padres de Felipe VI tomaron sus respectivos caminos.

La vida de la Reina Sofía siempre ha estado censurada. Sin embargo, hace un año de años se escribió el libro ‘El legado del Oso’, un homenaje a Fernando Jiménez del Oso y a su hijo, Fernando López del Oso. Entre todas sus páginas, en uno de los capítulos, encontramos un episodio donde la madre de Felipe VI es la protagonista. Descubrimos que le gustan los episodios de misterio.

Sofía / efe 

Sofía siempre ha estado interesada en el más allá 

López nos desvela que “hace tiempo, un amigo de mi padre me contó que doña Sofía organizaba reuniones para hablar de temas como el esoterismo, los ovnis, la posibilidad de vida en Marte... y que tenían lugar en un palacete de la zona madrileña de San Bernardo. Allí acudieron desde mi padre a personas tan importantes como el astronauta Pedro Duque o el doctor Mariano Barbacid.”

Los asistentes a estos actos del más allá se dirigían a Sofía como La Señora. Llegaban sobre las cinco y media de la tarde y la esposa de Don Juan Carlos lo hacía sobre las 18 horas.

Reina Sofía / efe

En una ocasión, añade Fernando, “le preguntó a mi padre por la civilización del Valle del Indo y su gran desarrollo. Y en otra reunión hablaron sobre el misterio de la Atlántida”.

Esta pasión por el más allá podría venir fruto de la educación de su madre. Estaba muy interesada por la cultura hindú. Doña Federica vivió en Madras con un maestro espiritual, interesándose por la religión, la cultura y los enigmas de la India.