Letizia está en falso en la Corona desde el pasado diciembre. La denuncia pública de su ex cuñado Jaime del Burgo revelando todo tipo de conversaciones, relaciones de cama e intimidades dentro de la Casa Real ha desintegrado la influencia de la reina dentro de la Zarzuela. La tormenta perfecta sobre Letizia viene de la coincidencia con otro hecho biológico: la mayoría de edad de Leonor. Ahora que la princesa es una persona adulta, que hará 19 años en dos semanas y que puede reinar en cualquier momento por incapacidad de Felipe, la suma de todo convierte a Letizia en un elemento decorativo. Podría escoger apartarse de la Familia con un divorcio que ya nadie sospecha que llegará. Se queda apartada. Zarzuela la ve amortizada y minimiza su papel pero Letizia tiene unos enemigos mucho más poderosos: los amigos de Juan Carlos y el mismo rey emérito que la culpa de todos sus males incluso de ser la filtradora de las fotos y los audios con Bárbara Rey. Pilar Eyre pone orden en este caos pero advierte a Letizia que van a por ella. Una portada insólita de Lecturas para explicar la portada horrorosa de Hola de la semana pasada con una Letizia fea, envejecida y amargada.
Sostiene Eyre: "Letizia lleva meses luchando contra los elementos. Gota a gota las fuerzas oscuras van soltando su veneno. Ayer fueron unas fotos indiscretas de su pasado, hoy otras en las que sale horrible y con expresión alterada. Todo parece encaminado a desestabilizarla y minar el trabajo que, mal o bien, tiene que llevar a cabo. Y los rumores, la enloquecedora insidia, la maledicencia anónima ¡que está detrás de las cintas de su suegro, por ejemplo! ¿Cómo va ella a querer dar esta imagen tan tremenda de la corona que va a ostentar su hija? Y dan nombres de sus infinitos amantes. Y los óvulos…". Jaime Peñafiel perdió el trabajo por contar que los óvulos de Erika sirvieron para gestar a Leonor y Sofía. Los enemigos de Letizia, poderosos y dentro de su familia, quieren empujarla para que acabe igual que Erika.
Escribe Eyre: "No sabemos quiénes son, pero podemos intuirlo. Son poderosos, no tienen limite ni compasión y cada día ganan adeptos para su causa. ¿Cuál es esta? ¿cargarse la monarquía? No, cargarse a Letizia. Tan claro como eso. Letizia la roja, Letizia la feminista, Letizia la atea, Letizia la que tiene dominado a su marido. Letizia, que no quiere reverencias ni corte ni formar parte del Gotha europeo. La asturiana, la “podemita” infiltrada, la periodista, ¡que se vaya, que deje al marido y las hijas, que desaparezca! Que se sienta acorralada y que al final diga, no vale la pena y abandone. Aislarla, asustarla. Perturbarla".". Letizia tiene un aliado, Felipe que a pesar de no ser el marido en el aspecto afectivo-sentimental, lo es legalmente y la necesita para dar estabilidad a la imagen de la monarquía. Pero Letizia tiene un enemigo: su suegro.
Remata Eyre: "El principal enemigo en estos momentos es Juan Carlos. Sus memorias, sus amistades, ese aire de francachela que tienen sus visitas, esa impunidad, esas comilonas y risotadas, no son más que palos en las ruedas en el devenir de la institución. Y Felipe debe estar continuamente apagando fuegos, esa es la única relación que tiene con su padre. Papá, las memorias no, papá, esas amigas tampoco, papá, tantas visitas no son convenientes, papá, esos amigos que hablan, papá, la fundación, papá… Y no es solo por Letizia, sino por su madre, que está sufriendo tanto por lo que está saliendo que, por primera vez, su hijo ha tomado una determinación: pedir a los medios que la traten con cariño o que no hablen de ella en absoluto. La situación de Sofía es preocupante. Me han contado que no duerme ni come, y llora mucho". Llantos.