Letizia empieza a sufrir problemas de salud. A los 50 años siempre duele una cosa u otra. Y ella, a pesar de ser muy deportista, o quizás por eso, tiene las articulaciones forzadas. Por su medio siglo el diario de papel más leído, El País, le hizo un regalo envenenado, difundió sus dos enfermedades: miopía y metatarsalgia crónica. Un dolor intenso y permanente en el metatarso del pie, que se inflama. No ve y va coja. Como Quasimodo en tacones de aguja. Los médicos le recomiendan que no abuse de los zapatos de tacón pero ella, obsesionada a estilizar la figura y parecer más alta, lo ha vuelto a hacer. En el acto oficial del miércoles a un centro de Formación Profesional en Albacete, un detalle de sus pies hace sufrir. Parecen garras:
Tiene todo el pie forzado, en una postura anti-natural, enfilado exactamente 10 centímetros, y todos los metatarsales marcadísimos, como palos de las orejas. Hace daño al verlo, un pie tan tensionado durante todo el acto oficial. Ella pone buena cara, como cuando le hacen ofrenda de un regalo horripìlante, una imagen antigua de sus hijas grabada en madera. Un pongo que quemará en la chimenea de Navidad. Según Hola "cuando se encontraba en el área dedicada a la madera y el mueble, la Reina se ha llevado una gran sorpresa al recibir una tabla cortada con los rostros de sus hijas. Se trata de una de las fotografías oficiales, que se renovaron en 2020 y que realizó la fotógrafa Estela de Castro". Un espanto.
Mal de pies
Letizia ha abusado tanto de los zapatos de tacón para estilizar su figura que se ha acabado destrozando sus pies. Escribía El País: "Camina erguida y conola barbilla alta (quizá más como la antigua bailarina clásica de su niñez asturiana que con la supuesta prosopopeya de la realeza), determinada y braceando ligeramente, aunque sufre continuos dolores en un pie por una metatarsalgia crónica, resultado del uso excesivo de zapatos de tacón, que aborrece". El diario se cuida de criticarla, si va con zapatos imposibles no es por gusto, los aborrece. En Blau ya demostró que Letizia sufre de hematomas y heridas en los pies:
La segunda enfermedad de la reina es más habitual, obsesionada como está en aparentar ser más joven, y por eso lo esconde: es miope. O hipermétrope. O a los 50 sufre de vista cansada. Cuando lee un papel está escrito en letras mayúsculas porque sin gafas no ve tres en un burro. Nunca en ningún acto público o privado se lo ha fotografiado con gafas de ver. Letizia las necesita: "La Reina resulta ser una mujer menuda, fibrosa y muy delgada; de manos pequeñas, uñas cortas y transparentes, sin anillos (tampoco alianza); la cara lavada y la melena, oscura y veteada de canas, recogida en una coleta. Está en forma, pero no tiene brazos de culturista. Usa gafas con discreción y siempre tiene a mano un caramelito de menta". Esta es buena: Letizia padece de mal aliento.