Cinco años después de su última visita, los reyes de España volverán a Girona este miércoles 5 de julio para la entrega de los Premios Princesa de Girona. El acto tendrá lugar en el Hotel Camiral, situado en Caldes de la Malavella, un municipio que se encuentra a unos 20 kilómetros de la ciudad.

Es cierto que han habido algunos actos previos, pero el principal tendrá lugar este miércoles a las 19.30 horas. Será el momento en el que empiece la ceremonia central. El rey Felipe VI y su hija Leonor serán quienes tomen la palabra por parte de la familia real. Un acto para el que Leonor ha sido preparada a conciencia por la reina Letizia, tal y como hemos recogido en ElNacional.

Leomnor mira al suelo en Roses GTRES
Leonor mira al suelo en Roses GTRES

Los reyes de España vuelven a Girona

En el pasado, este acto siempre se celebró en Girona. Entre 2010 y 2017 tuvo lugar en el Auditorio Palacio de Congresos de Girona. Sin embargo, a raíz de las rencillas entre la casa real y Cataluña generadas a raíz del ‘procés’, la celebración ha sido vetada desde 2018. Ese año la alcaldesa, miembro de Junts per Catalunya, cerró las puertas a la posibilidad de celebrarlo en la ciudad catalana. Ello provocó que el evento se tuviera que trasladar a una propiedad cedida por los hermanos Roca. Ahora, cinco años después la familia real retoma la normalidad. O casi, pues se ha evitado acudir al Auditorio Palacio de Congresos de Girona. En Girona, sí, pero no en el centro de la diana.

En este sentido, cabe decir que la situación entre la familia real y el sector independentista catalán sigue siendo de alta tensión. Sobre todo en Girona, donde tiene muy presente la persecución a Carles Puigdemont y donde se concentra buena parte de este sector separatista.

Discrepancias entre Felipe y Letizia a la hora de escoger el lugar del acto

Es por eso que a la reina Letizia no le hacía mucha gracia volver a Girona, teniendo en cuenta que la situación con el ex President sigue estando caliente. Y en esta tesitura, la monarca sugirió que el acto se celebrara en Cataluña, pero en otra ciudad más heterogénea políticamente hablando. La reina quería que tuviera lugar en Barcelona. Así evitaría en gran medida posibles gritos y abucheos. Sobre todo de cara a su hija Leonor.

El rey Felipe, sin embargo, insistió en celebrarlo en Girona, siguiendo la tradición de antaño. El Jefe de Estado lo consideraba una buena forma de tender puentes en un momento convulso.

Estas discrepancias entre los reyes han generado un enfrentamiento entre Felipe y Letizia. Eso sí: a sabiendas de que muchos ojos estarán puestos en los miembros de la casa real estos días, se guardan la tensión para fuera de cámara.