Los tatuajes han sido una tradición marinera, cuando los profesionales del mar se tatuaban un ancla o una sirena. Otro gremio que se tatúa mucho son los presidiarios. Las dos condiciones, marineros y presidiarios, coexisten en la Familia Real, una saga de multimillonarios que no es habitual ver con tatuajes, hasta ahora. La tradición de pilotar barcos va de Don Juan, el padre de Juan Carlos, al mismo emérito (todavía ahora haciendo regatas en Sanxenxo) o Felipe y la infanta Cristina que de jóvenes hacían vela. El príncipe llegó a competir en los JJ. OO. de Barcelona '92. Un enchufe para ser abanderado del equipo olímpico la jornada inaugural, momento que pasó a la Historia por los mocos de emoción de la infanta a Elena, llorando en el palco. El único de los Borbones que se tatuó la piel fue Juan de Borbón, el conde de Barcelona.
Tantos años después, los tatuajes son cosa, también, de niños pijos y de niñas chonis. De los ocho nietos pijos de Juan Carlos, la más choni es Victoria de Marichalar. Ha sido siempre amante de los tatuajes pero esta vez se ha hecho el gran tatoo, uno que va de la nuca hasta el culo. El diario La Razón que ha publicado la exclusiva escribe hasta el coxis, que hace más fino. Es una especie de línea vertical de color más oscuro que la piel, como si fuera una cicatriz, que recorre la columna vertebral. Es evidente qué quiere decir: Victoria de Marichalar no dobla nunca la espalda. De trabajar, nada. La foto se la ha cedido el tatuador Nacho Caja, autor del delicadísimo trabajo:
Victoria Federica va más tatuada que un latin king: "La joven luce tres puntos, cada uno como símbolo de personas clave en la vida: su madre, su padre y su hermano, Felipe Juan Froilán. Vic, como la llaman sus amigos, luce también un 'smiley' (carita sonriente muy ochentera) en la parte superior de su oreja izquierda. Además lleva tatuado un velero en honor a su abuelo" (Vanitatis). Y ahora la línea que le sigue la espina dorsal. Es el peaje para aumentar de followers en Instagram: operarse los pechos, cambiar de novios o aparecer medio desnuda. La instagramer Vic ya lo ha probado todo y no consigue atrapar más followers de sus escasos 287 mil, una ridiculez en comparación con los 2 millones de Laura Escanes, que no es sobrina del rey.
Otros momentos de choni de Victoria: pelea a gritos en los lavabos de una discoteca, cubatas volando
Telecinco entrevistó el año pasado a una chica tiktoker que tuvo un encontronazo con la Borbón en los lavabos de un festival de música. El testimonio en primera persona de la chica revela cómo las gasta Victoria Federica, la latin queen:"Me choqué sin querer con ella, y al girarme para pedirle perdón me di cuenta de que me miró fatal, yo no sabía quién era, mis amigos me dijeron que era Victoria Federica. Al día siguiente me volví a encontrar con ella en la cola de los baños portátiles y me gritó que no me colase, empezamos a discutir y yo, para pararlo, cerré la puerta del baño, entonces ella empezó a dar golpes en la puerta y me abrió, me sacó cogiéndome del brazo y yo le tiré el cubata encima, ella se volvió loca y empezó a gritarme, a mí me dio por reírme porque me parecía una situación surrealista. Victoria Federica empezó a gritarme que no sabía quién era ella y que me iba a enterar". La chica lo tiene todo, hasta el casposo y clasista Usted no sabe con quién está hablando