Leonor emprende una nueva aventura en su formación militar. Después de realizar la preparación durante los primeros meses, la princesa se ha embarcado en el buque escuela Juan Sebastián Elcano siguiendo los pasos de Juan Carlos I y Felipe VI. Esta puede ser la aventura más gratificante, pero en palabras del actual monarca también la más dura. La hermana de Sofía se mostró muy ilusionada, aunque también con algo de temor. Las clases son muy duras y hay poco descanso, además pasan gran parte del tiempo en alta mar, este es uno de los principales problemas.
Los primeros días fueron muy difíciles para Leonor. La joven sufrió el conocido síndrome mal de tierra, algo muy típico en personas primerizas que se suben a un barco. Es muy normal. Según el médico de familia David Sánchez Guzmán, se trata de un síndrome que afecta a navegantes cuando, tras acostumbrarse al balanceo del barco, experimentan mareos persistentes al llegar a tierra. Este desajuste del órgano del equilibrio puede provocar molestias significativas. En los primeros días, Leonor sufrió mareos severos, llegó a vomitar y tuvo que ausentarse de las primeras clases, descansando en su camarote para recuperarse. Este tipo de malestar, según los instructores, es habitual al inicio y se espera que desaparezca con el tiempo. A pesar de este inconveniente, la princesa sigue comprometida con su formación, superando cada etapa en su camino hacia la corona.
Leonor sufre cinetosis
Se dice que Leonor podría haber desarrollado mareo por movimiento, una afección común en personas sin experiencia en la navegación. Este tipo de malestar suele afectar a quienes no están acostumbrados a viajar en barco y, por lo general, se presenta durante los primeros días de la travesía. No se trata de una condición permanente, sino de una reacción temporal del organismo.
El mareo por movimiento, también conocido como mareo de transporte (ya sea en coche, barco, tren o avión), se manifiesta a través de una serie de síntomas, principalmente náuseas, que son provocadas por el desplazamiento.
Durante los desplazamientos, algunas personas pueden experimentar síntomas como náuseas, mareos, sudoración fría e incluso episodios de hiperventilación. La identificación de este malestar, llamado mareo del viajero o cinetosis, se basa en los síntomas presentados y las condiciones en las que se manifiestan.
Existen diversas maneras de prevenir este tipo de malestar. Algunas recomendaciones incluyen mantener la cabeza y la vista estables, respirar aire fresco, evitar la lectura durante el trayecto, abstenerse de fumar o ingerir alcohol antes de viajar y, en ciertos casos, recurrir a medicamentos en forma de pastillas o parches cutáneos.
Para mitigar las náuseas, pueden resultar útiles alimentos como las galletas saladas, el agua con gas o las bebidas a base de jengibre. Sin embargo, si los episodios de vómito ya han comenzado, podría ser necesario el uso de medicamentos como el ondansetrón o el granisetrón para su control.
El mareo por movimiento se origina debido a una estimulación excesiva de las estructuras del oído interno responsables del equilibrio, como los canales semicirculares. Esto ocurre cuando el movimiento es muy pronunciado o cuando el cerebro recibe señales contradictorias de los órganos sensoriales encargados de detectar el movimiento, como los ojos, los canales semicirculares y los receptores musculares.