Gracias al aniversario de la muerte de Érika Ortiz Rocasolano, la hermana pequeña de la reina Letizia, su figura ha vuelto a la actualidad. En buena parte por el sentido recuerdo de su hija Carla. La adolescente bailarina ha demostrado con 18 años una madurez digna de ser tenida en cuenta. Su prima y futura reina Leonor tiene donde reflejarse. La prensa rosa ha recordado la figura de la difunta hermana de Letizia, que se quitó trágicamente la vida a los 31 años. El digital Vanitatis explica la vulnerabilidad de Érika.
El primo de las hermanas Ortiz, David Rocasolano, le dedicó todo un libro al tsunami Borbón que arrasó la familia política del rey Felipe. En Adiós Princesa comparaba a la familia Ortiz Rocasolano con una caravana de gitanos destrozada por la fama, el poder y la influencia de la Casa Real. Ahora Paloma Barrientos remacha el clavo clasificando a las tres hermanas Ortiz: "Eran la lista (Letizia), la guapa (Telma) y la bohemia (Erika)". Demoledor. La autora explica que Érika hizo Bellas Artes y que mientras las dos hermanas mayores han aprovechado su posición para ascender, nunca ocurrió algo semejante con Érika y su novio escultor: "Nunca quiso apropiarse de una fama colateral que le podía haber venido bien, como sí hizo años después Telma al aceptar un puesto que no existía y creado para ella en el Ayuntamiento de Barcelona".
Las obras de arte de la pequeña de las Ortiz nunca se han expuesto: "Érika no tuvo tiempo para desarrollar su faceta estrictamente artística. Los que sí conocieron su obra decían que tenía talento. Ella pensaba que cualquier cosa que hiciera tendría repercusión por ser la 'hermanísima', un status que nunca utilizó". Sin conocerla es imposible no empatizar con la tímida artista. Una anécdota la define. Según Vanitatis, un día que la invitaron a una visita privada al Vaticano llegó tarde: "Érika estaba tan agobiada que se echó a llorar ante el asombro de los presentes. A diferencia de sus hermanas, esta vulnerabilidad que no supo o no pudo superar la acompañó durante los últimos años".
Visto el perfil de las hermanas Ortiz, Felipe VI podría haber ido a ver una exposición de Érika en lugar de mirar el Telediario.