Letizia se ha quedado en Murcia para pasar unos días con Paloma Rocasolano. Madre e hija prefieren permanecer unidas en uno de los momentos más complicados. La monarca vació este viernes su agenda institucional para evitar ponerse en el foco mediático, el mismo motivo por el que ha declinado acudir a la boda del príncipe Nicolás de Grecia, sobrino de la reina Sofía.

La monarca recuerda con mucho dolor el fallecimiento de su hermana Érika Ortiz, que fue un día como hoy hace 18 años, un 7 de febrero de 2007, una fecha marcada en rojo en el calendario para los Ortiz Rocasolano.

Letizia y Felipe VI
Letizia y Felipe VI

Érika Ortiz padecía una fuerte depresión y la madrugada del 7 de febrero decidió acabar con su vida en su casa después de tomarse una colección de pastillas. Antes de su fallecimiento dejó escrita una nota, tenía todo perfectamente estudiado. Era consciente del acto que iba a cometer.

Fue Roberto García, su pareja en aquel momento, quien encontró el cuerpo sin vida de Érika Ortiz en la cama del apartamento en el que residió cuando era soltera. Su fallecimiento conmocionó a su círculo cercano y a la opinión pública, pues se trataba de la hermana menor de Letizia Ortiz, quien en ese entonces ya era princesa de España.

Un año antes de su muerte, Érika se había separado del escultor Antonio Vigo, con quien tuvo a su única hija, Carla Vigo. La joven, según se supo después, padecía una fuerte depresión y estaba bajo tratamiento médico. De hecho, la causa de su muerte fue una sobredosis de barbitúricos, lo que reforzó la hipótesis de que su fallecimiento no fue accidental. En los meses previos, había solicitado la baja laboral debido a su estado de salud mental. Trabajaba como decoradora en la productora de Emilio Aragón, un trabajo que le apasionaba, pero que no fue suficiente para mitigar el sufrimiento emocional que la consumía.

El periodista Jaime Peñafiel, basándose en fuentes que no reveló, sugirió que la depresión de Érika estaba directamente relacionada con la familia real, en especial con Letizia y el entonces príncipe Felipe. Según su versión, Letizia, quien tenía dificultades para quedarse embarazada, le habría pedido a Érika que le donara sus óvulos con el objetivo de concebir al futuro heredero. De ser cierto, esto significaría que la reina no sería la madre biológica de Leonor y Sofía, sus dos hijas.

El drama se intensificó en el tanatorio, cuando Antonio Vigo protagonizó un tenso enfrentamiento con el rey Juan Carlos. En un momento de dolor y rabia, le espetó un contundente: “Vosotros la habéis matado”, sin que se esclarecieran los motivos exactos de su acusación. También David Rocasolano, primo de Letizia y autor de una biografía no autorizada, señaló a la familia real como responsables indirectos de la tragedia. Según él, Érika había manifestado su deseo de reconocer a Leonor como su hija, pero se lo impidieron, lo que habría sido un factor clave en su deterioro emocional.

Érika Ortiz recibió una última llamada de Letizia antes de quitarse la vida 

Más allá de estas versiones, otra hipótesis apunta a que Érika Ortiz no pudo soportar la presión mediática a la que se vio sometida desde que su hermana se convirtió en princesa. Su vida, y la de toda su familia, cambió radicalmente con la entrada de Letizia en la realeza, y no todos lograron adaptarse a la nueva realidad.

David Rocasolano relató en su libro que, en sus últimos días, Érika se mostraba cada vez más frágil, insegura y angustiada. “Me dijo que la situación se le iba de las manos, que se sentía sola. ‘Me han dejado sola, David, me siento sola’, me confesó. Se refería a Letizia. Supuse que tras su reaparición en la prensa rosa había recibido alguna de las típicas llamadas histéricas y controladoras de su hermana. Pero Érika no fue capaz de enfrentarse a ella. La relación entre las tres hermanas ya estaba muy deteriorada, hasta el punto de que casi no se veían ni se hablaban”.

Para Rocasolano, el entorno de la familia real no hizo nada por proteger a Érika del asedio mediático. Considera que fue expuesta a una vida sin privacidad ni refugio, y que esto contribuyó a su decisión fatal. “Desde entonces, su nombre quedó prácticamente vetado en nuestras conversaciones, sobre todo cuando estaba Letizia presente, como si mencionarlo pudiera hacerla sentir culpable. Y debería sentirse culpable. Yo la culpo, aunque sea por omisión. Letizia, sin embargo, no tardó en autoabsolverse y culpar a otros”.

La muerte de Érika Ortiz sigue siendo un episodio rodeado de interrogantes, marcado por el dolor de quienes la conocieron y por las especulaciones en torno a la familia real.

Érika, Telma Letizia Ortiz, única foto juntas, fuente Adiós princesa
Érika, Telma y Letizia Ortiz, única foto juntas / Fuente: 'Adiós, princesa'