Ya hemos dicho en muchas ocasiones que la reina Letizia y su marido Felipe se parecen como un huevo a una castaña. Tienen caracteres radicalmente opuestos, solo hay que verlos juntos un rato para saber que por mucho que de cara a la galería hagan el paripé, de puertas de Zarzuela adentro, seguro que saltan por diferentes cuestiones. Sus diferencias son más que palmarias, y una prueba de eso la tenemos físicamente en dos habitaciones que dicen mucho de cada uno. Sus dos puestos de trabajo, sus rincones personales en palacio, donde curran mientras no están en viaje de cooperación, como actualmente la asturiana, o inaugurando lo que sea. Hablamos de sus despachos, que han mostrado alguna vez, como recientemente Letizia, y que hablan mucho sobre ellos.

Letizia, en su despacho / Casa Real

Tal como apunta Vanitatis, desde que estalló la pandemia empezamos a ver mucho a la reina en su despacho blanco, como si fuera una nave espacial. La capitana Kirk del Enterprise, pero en versión cañí. Una nave aséptica, inmaculada, sin casi ningún elemento personal, ni fotos, ni decoración, casi ni colores. Nada de nada. Un aburrimiento máximo, una frialdad que echa para atrás. Con el tiempo hemos ido viendo más veces esta cámara, como recientemente cuando preparaba su viaje a Guatemala de esta semana. Pero sigue habiendo una sombra de duda: ¿es su despacho de verdad? ¿O tiene otro escondidito dónde trabaja y este es solo de cara a la galería, para hacer cuatro fotos y enviarlas a los medios y agencias? Han hablado con un experto, el director del Instituto Internacional de Análisis de la Conducta y experto en comunicación no verbal, que ha encontrado jugosas conclusiones.

Letizia, en su despacho preparando el viaje a Guatemala / Casa Real

"La habitación en la que aparece doña Letizia no tiene lo que tendría que tener un despacho para ser real, no solo referido a su condición de Reina, sino real de que sea un despacho de verdad. Se trata de un espacio blanco, sin decorar, frío... Una sala con una mesa, sillas y ya está". ¿Dónde están los libros?, se pregunta. ¿O los galardones? ¿O alguna foto o dibujo de sus hijas? Nada de nada. "No hay nada personal. Parece que a ella le gustan los espacios blancos, puros, con mucha luz, sin distracciones". El problema es que Letizia ha cometido un error garrafal, porque está enviando un mensaje concreto: "estas imágenes se hacen públicas y con ellas se está enviando un mensaje. Y no queda claro qué es lo que se quiere mandar. Es demasiado aséptico, demasiado sin personalidad. No hace falta ser tan minimalista para demostrar orden. El mensaje que llega no es el correcto, porque es el mismo que el de la sala: fría y sin personalidad. Y la Reina no es así".

Felipe, en su despacho / Casa Real

Error de Letizia y error de Felipe, que también la pifia con su despacho, mucho más cargado y barroco, pero que también es equivocado. En su caso, está lleno de pongos, aunque también hay alguna foto, tonos clasicotes, y demasiadas cosas en los estantes. "El del Rey se nota que está vivido, que el monarca pasa horas allí trabajando". ¿Cuál es el error? Que está heredado de papi Juancar, y habría que desmarcarse de él... y del pasado, modernizarse, ha quedado ramplón. "Debería modernizarse algo. Seguro que si lo hubiese podido elegir él desde el principio sería mucho más moderno. Pero sigue con la tradición. Eso es lo que representa la monarquía. Pero a nivel visual sigue siendo algo anticuado, muy clásico". Una habitación de 20 metros cuadrados, muy diferente de la de su mujer, pero igualmente fallida. ¿Quieren ver un despacho real de traca? El de la reina Máxima de Holanda:

El maravilloso despacho de Máxima de Holanda / IG

Maravilloso. Cálido, acogedor... Letizia y Felipe tendrían que aprender de ella.