Las vacaciones de los reyes son uno de los mayores secretos de la historia de España. No se revela el destino por un motivo de seguridad y privacidad, buscan intimidad, como el resto de ciudadanos. El único que es conocedor de su paradero es el presidente del Gobierno, en este caso Pedro Sánchez, porque debe estar al corriente por si les tiene que informar de algún contratiempo de gravedad, como el día que sucedieron los atentados de Barcelona, el 17 de agosto. Tuvieron que cancelar sus vacaciones de forma instantánea para dar apoyo a la capital catalana.
Por normal general, los reyes siempre pasan un par de semanas en Palma de Mallorca con sus dos hijas. Es una visita prácticamente obligada con tal de mantener el palacio de Marivent a su nombre, ya que este recinto no es propiedad de Casa Real, sino del ayuntamiento balear. Se la presta a cambio de promocionar el turismo en la isla. Posteriormente se despiden de forma sigilosa por mar. Los monarcas cogen siempre una embarcación de lujo que alquilan todos los años y se mueven principalmente por el mediterráneo. Las islas griegas es uno de sus destinos favoritos, donde se les ubica en la actualidad.
Letizia se aprovecha de la amistad de los reyes holandeses
Aunque todo es un misterio, se cree que la reina Letizia se aloja en casa de su íntima amiga Máxima de Holanda. La Casa Real española siempre ha tenido muy buena relación con los holandeses. La mujer de Guillermo de Holanda se enamoró perdidamente de Spetses, en Grecia. Compraron esta casa en 2012, después de asistir a la boda de Nicolás de Grecia en 2010. La hacienda cuenta con 4.000 metros cuadrados, tuvo un coste de cuatro millones y medio de euros.
La finca se encuentra al sur del país, en Doroufi, y pertenecía a Manfred Rieker, fotógrafo y publicista alemán, uno de los nombres más importantes del panorama en su país. “Todas estas polémicas transacciones amenazaron con socavar la imagen de Máxima ante los ciudadanos holandeses. La argentina fue blanco de críticas por sus gastos, por su estilo cada vez más suntuoso y hasta por su costoso vestuario”, escriben Gonzalo Álvarez Guerrero y Soledad Ferrari.
Son tres casas en un mismo terreno con vistas al mar Egeo. La primera planta de la mansión cuenta con la habitación de matrimonio con jacuzzi y una sala de estar de 100 metros cuadrados, en la segunda hay otros dos dormitorios con sus respectivos baños y una sala de juegos. Tienen piscina y cancha de tenis, también un muelle y puerto privados que fueron pasto de las críticas ecologistas. Además, por razones de seguridad, cerraron una parte pública de acceso al mar, lo que tuvo que justificar el Gobierno griego.
Los reyes holandeses dejan esta propiedad a los españoles para que veraneen en ella, también cuando están ellos presentes. Como se pudo comprobar en el último viaje de Estado, la relación es muy buena.