Cada generación Borbón tiene su propio escándalo de petulancia, soberbia y clasismo. La reina Sofía incomodó a unas azafatas de vuelo cuando le preguntaron por sus Elena y Cristina ¿Cómo están sus hijas? y la mujer de Juan Carlos contestó de manera altiva: "Las niñas no sé, pero las infantas están bien". Quería obligar al servicio a tratar a los señoritos nombrándolos por el título nobiliario. Lamentable papel de Sofía. Elena de Borbón se enfrentó con unos periodistas que la grababan como si fuera una choni de extrarradio: "Qué gentuza, Coñazo!". Y ahora vienen los peores, los seis primos de Leonor. De los pocos que se salvaban detsacaba la prima pequeña, Irene Urdangarin. La benjamina de Cristina ha tomado el divorcio de sus padres como excusa para cambiar de vida, de hija ejemplar a oveja negra. Cuelga los estudios, dice que no quiere estudiar ni trabajar y se marcha primero a Zarzuela para sacarse un carnet de conducir como si fuera un título universitario y ahora a Camboya haciendo ver que es cooperante mientras hace turismo. Una revista poco sospechosa de antimonárquica como Lecturas saca a la luz un incidente de Irene en un restaurante italiano de lujo de Madrid este invierno, antes de marcharse a su aventura asiática

Irene Urdangarin en Camboya, Redes

 

El incidente lo han confirmado fuentes del local a la revista catalana que lo explica con pelos y señales: "Irene fue hace unos meses a celebrar el cumpleaños de unos amigos en el italiano Malafemmena. Y aunque todo parecía una cita divertida con gente de su círculo cercano, una velada que transcurría como otra normal, varios testigos pudieron ver cómo algunos de ellos no se comportaron como deberían. La nieta de Juan Carlos tuvo una actitud muy discreta, relajada y educada,pero sus acompañantes fueron bastante desafiantes con los trabajadores del local. Un par de amigos de la hija pequeña de Iñaki Urdangarin fueron bastante impacientes. No contentos con las impertinentes contestaciones que dieron a alguno de los camareros, se atrevieron a increparlos diciendo "vosotros no sabéis quiénes somos", "¿no sabéis quién está aquí?" o "no sabéis con quién estáis hablando.  Ella no dijo nada, estaba muy tranquila comiendo y hablando con otra de sus amigas".

Irene Urdangarin en Camboya, Redes

Una imagen decadente de una adulta en la línea directa a la sucesión de la Corona. Los amigos íntimos, todos niñatos de 18 años, con padres multimillonarios pero maleducados, con frases clasistas del tipo Usted no sabe quién soy yo. Se creían que por compartir mantel con Irene eran más importantes. Y el papel de la sobrina del rey fue igualmente lamentable: no hizo nada, ni la incomodó que sus comensales utilizaran su condición de sobrina del rey para humillar a los camareros. Precisamente ella, Irene, que según reveló EN Blau y confirmó Zarzuela tenía previsto estudiar Gestión hostelera en Lausanne, para gestionar hoteles y restaurantes de alto nivel. Se la suponía sensibilizada con el trabajo de los camareros, pero no. Lecturas pretende dejarla al margen del escándalo pero ella era el motivo de la prepotencia de sus amigos, la única famosa de la mesa, y no movió ni un dedo, ni reprochando a sus amigos íntimos que se abstuvieran de hacer cometarios similares. Siguió comiéndose tranquilamente su plato de pasta. Letizia tenía razón: cualquier fotografía de Leonor al lado de cualquier miembro de aquella familia es altamente tóxica.