El rey Felipe no para. ¿De trabajar por el país? No: de ir de festín en festín y tiro porque me toca, de no pegar un palo al agua, de disfrutar de tiempo libre para hacer lo que le sale del moño. También, haciendo aquello que a su mujer Letizia no le gusta nada, marchándose él y quedándose ella en Zarzuela, sin el marido y sin las hijas, una a bordo del buque-escuela Juan Sebastián Elcano y la otra en el internado de Gales. Felipe lleva unos días poniéndose las botas, en el sentido figurado de la expresión, pero también en el sentido literal. Primero, yendo a cenar el pasado jueves y meterse entre pecho y espalda un señor cocido. ¿Dónde? En la Taberna La Cruzada de Madrid, un restaurante de la zona de Las Vistillas, cerca del palacio real. Un local que, por cierto, está al cargo de una periodista y presentadora, como su mujer: Laura Gómez, de Telenoticias 2 de Telemadrid. Y en el restaurante, encantados con la visita real: "Siempre presumimos de tener los mejores clientes, pero cuando viene el Rey presumimos más".

No contento con el cocido, el rey ha hecho carretera y manta y ha venido hacia Catalunya. ¿A hacer qué? A esquiar, cosa que detesta Letizia. Por eso ya hace tiempo que ella se queda en casa y el monarca se coge algunos días cada año para satisfacer sus necesidades encima de la nieve, y en compañía de un grupo habitual de amigotes que lo siguen a todas partes. Felipe ha ido a esquiar a las pistas de Baqueira Beret y se ha alojado en 'La pleta', la casa que tiene la familia desde tiempo de Juan Carlos, en la Vall d'Aran. Una residencia situada en una exclusiva urbanización, de 200 metros cuadrados distribuidos en tres alturas, estructura de piedra y vistas a la montaña, y cedida al emérito el año 1984 ("Fue una gentileza para que pudieran disfrutar de un lugar acogedor donde se encontraran como en su propia casa”). Desde entonces han pasado por allí Juan Carlos, Felipe, Urdangarin y Cristina, Marichalar y Elena y algunos de los hijos. Saliendo de allí los vecinos lo han visto con su look de esquí de más de 1.200 euros si sumamos toda la pasta que le ha costado su outfit.
¿Y dónde fue el sábado por la noche con sus amigos? Según La Razón, a cenar al restaurante 'Tanau Sabor Gastrobar', un local conocido de la zona, de cocina casera y de calidad, donde "de entre todos los platos, destacan los caldos, una elección perfecta para entrar en calor tras una jornada de esquí, y las carnes, una de sus especialidades gastronómicas". ¿Cómo iba vestido Felipe para la ocasión?: "un estilismo de lo más casual, conformado por unos vaqueros, una camisa de cuadros de franela y un chaleco acolchado de color verde oscuro". Un fin de semana en que dejó el romanticismo guardado en un baúl, pasando olímpicamente del 14 de febrero, San Valentín, día de los enamorados según la tradición anglosajona, y pasando de celebraciones con su mujer.