Este miércoles todo el país va lleno de un solo monotema: la nueva maternidad de Ana Obregón, que ya no es maternidad, sino que se ha hecho yaya, ya que la niña que tuvo por gestación subrogada, Ana Sandra, fue gestada con el esperma de su difunto hijo, Álex. Pero más allá del tema del cual todos hablan por tierra, mar y aire, algunas noticias que han pasado sin hacer ruido, en la prensa del corazón, valen la pena de destacar. Como una protagonizada por la reina Letizia, que ha entrado de estrangis en un local, pensándose que no la veía nadie, pero sí. ¿Dónde?
Explica el diario El Mundo, por boca de Beatriz Miranda, que "me llegan informaciones mucho más frívolas de la esposa de Don Felipe, por mucho que la perpetuación de la especia ahora también lo sea". La mencionada cronista revela lo que le han hecho llegar algunos testigos que, como mínimo, sorprende con respecto a Letizia, que siempre se ha vanagloriado de ser fieles a los suyos y mantener sus propias tradiciones, por ejemplo, en materia estilística. "Me cuentan testigos que han visto entrar a la Reina en el portal donde se ubica el taller de Petro Valverde en Madrid". ¿Quién es Petro Valverde? Una modista de alta costura y diseñador sevillano y quien en el año 1995 vistió a la infanta Elena por su boda con Jaime de Marichalar.
Y sorprende su visita casi sin hacer ruido y medio a escondidas porque aunque sabíamos que ya no es tan fiel a Felipe Varela, el diseñador de cabecera de la reina, no nos esperábamos que le diera el salto de manera tan fehaciente con otro nombre de peso como el de Valverde. Pero Letizia ha ido a saco y como dicen en el mencionado medio, "sabíamos que Su Majestad ya no le era fiel a Felipe y que últimamente tira de mucha ropa low cost y otras marcas nacionales, pero no que se estuviera haciendo nueva ropa a medida con otro". Eso no es todo, también se indica en la información un detalle como mínimo, curioso, como es el hecho de que en el lugar donde han visto entrar a Letizia para ir a ver al modisto, "también se encuentra curiosamente una clínica estética y varios pisos de viviendas"... Dudamos de que Letizia quiera alquilar un pisito para sus cosas o para montarse un despachito lejos de Zarzuela para que los Borbones no le estén tan encima, pero eso de la clínica de estética no es la primera ni sería la última vez que la reina entrara para hacerse algún retoque...
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Su relación con el diseñador Felipe Varela empezó a hacer aguas hace cinco años, en el 2018. Varela, amigo, confidente, alguien con quien la reina pasaba horas y horas cuando quería tocar de pies en el suelo y alejarse de todo lo que implica la Zarzuela, y creador de numerosos modelitos que le hemos visto lucir a la asturiana. Pero de la noche a la mañana, como recordaba Vanitatis, "Varela ya no existe para doña Letizia. Él era el encargado antes de elaborarle a la Reina los trajes a medida, pero ahora ya tiene a otros que se lo hagan". Pero desde la proclamación de Felipe VI, Letizia empezó a flirtear con Carolina Herrera, Nina Ricci o Designers Remix... y con Eva Fernández. Su estilista personal convirtió a la reina en una it girl y la fue alejando de Varela, abriéndole los ojos a su cliente y descubriéndole que había vida más allá de Varela, como Ana Locking, Teresa Helbig, Pedro del Hierro, Stella McCartney, Delpozo, Juan Vidal, Atos Lambordini o Sweet Matitos, los diseñadores catalanes.