La infanta Sofía ha disfrutado de una gran libertad desde que inició sus estudios en el exclusivo UWC Atlantic College de Gales. Sin embargo, esta independencia parece haber traído consigo ciertas preocupaciones para la Casa Real, que ya ha tenido que intervenir en más de una ocasión para evitar que algunas de sus salidas nocturnas terminen en escándalo.

A diferencia de su hermana, la princesa Leonor, quien dejó una imagen impecable en el internado, Sofía ha adoptado una actitud mucho más relajada en cuanto a sus responsabilidades académicas. Aunque cumple con lo mínimo exigido para aprobar, su falta de interés en los estudios se ha hecho evidente, algo que ha generado inquietud en sus padres, Felipe VI y Letizia.

Infanta Sofía

Fiestas, salidas y excesos bajo la mirada de la escolta

Sin embargo, el rendimiento académico no es la única razón de alarma. Según fuentes cercanas al internado, la infanta ha encontrado en sus compañeros un grupo con el que disfruta de una vida social muy activa, en la que no faltan fiestas privadas, escapadas al pueblo cercano y noches que han terminado con la intervención de su escolta personal.

Desde su llegada a Gales, Sofía ha formado un círculo de amistades, mayormente con otros estudiantes españoles que han ingresado en el colegio atraídos por la reputación que dejó Leonor. Entre ellos, ha surgido el rumor de que la infanta ha tenido una relación especial con uno de sus compañeros, aunque sin llegar a ser algo formal. Lo que sí ha sido evidente es su gusto por la diversión y la vida nocturna.

Infanta Sofía Gales

Preocupación en Zarzuela

Los fines de semana se han convertido en una oportunidad para escapar de la rutina académica y disfrutar de reuniones fuera del campus, en las que en más de una ocasión la situación ha estado a punto de descontrolarse. Ella y sus compañeros y compañeras suelen desplazarse al pueblo cercano, Sant Donat’s, causando molestias a los vecinos. Comentan algunas fuentes que la escolta incluso ha tenido que intervenir en alguna de estas salidas para evitar situaciones incómodas y el descontrol total de la joven.

Este comportamiento ha generado un debate en Zarzuela sobre hasta qué punto deben intervenir en la vida de Sofía. Sus padres han tratado de mantener la discreción, evitando comentarios públicos sobre la situación, pero no pueden ignorar el riesgo de que alguna de estas noches de diversión termine en un escándalo mediático.