Como cualquier matrimonio, Felipe y Letizia también han atravesado varias crisis. Según Pilar Eyre, un total de cinco. La más fuerte fue en 2013. Siempre se creyó que esta discusión tenía como base los problemas de la familia Borbón y el posible fin de la monarquía. Era un año en el que destacaron las fechorías de Juan Carlos y el caso Nóos, investigación de la que salió salpicado Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, el primero terminó en la cárcel. La ciudadanía perdió la confianza en la monarquía española, así que los reyes se vieron obligados a actuar si querían continuar en el trono y garantizar el futuro de su hija Leonor. La presión pudo con ellos. Sin embargo, estas últimas semanas se ha descubierto que todos esos episodios solo existieron para tapar el verdadero motivo de la crisis matrimonial, una infidelidad.
Según Jaime del Burgo, Letizia fue infiel a Felipe con él durante varios años. La reina consiguió que el rey le aceptase como abogado de la familia, de esta forma no levantó sospechas. Al final de la relación, Jaime empezó un noviazgo con Telma Ortiz, así nadie pensaría que estaba enamorado de la entonces princesa. Se veían a escondidas en Madrid, Barcelona o cualquier parte del mundo, incluso en Zarzuela.
Juan Carlos empezó a sospechar y la investigó. Descubrió que su nuera estaba siendo infiel a su hijo con otro hombre y no iba a permitir que quedase impune. Fue el emérito quien avisó a Felipe. El padre de Leonor y Sofía podría perdonar una infidelidad, pero nunca una mentira, era algo que no soportaba. Y Letizia le había engañado durante años.
Felipe VI tuvo que dar la razón a sus padres, especialmente a Juan Carlos. Esa mujer no le convenía. Iba a traer problemas. Durante un tiempo Felipe no pudo ni mirarla a la cara, siempre terminaban discutiendo, y cuando eso sucedía, el rey se marchaba a un lugar secreto. Un sitio donde estaba completamente solo.
Felipe necesitaba estar solo cuando discutía con Letizia, y siempre se marchaba al mismo sitio
Sus escoltas le llevaban. Cuando tocaba ir a ese sitio a altas horas de la madrugada, ya sabían que los reyes habían discutido, y no se hablaba de otra cosa en palacio. Siempre que se pelean, Felipe acaba en una gasolinera a cuatro kilómetros de Zarzuela, la más cercana.
Así lo reveló la periodista Pilar Vidal en el programa ‘Espejo Público’. “Cuando el monarca necesita desahogarse, así como su padre cogía la moto y emprendía vuelo, él va a la gasolinera que hay cerca de El Pardo compra donuts de chocolate, se esperan a que se los coma y vuelven a palacio", explicó la colaboradora cuando hablaba sobre el control que Letizia tiene sobre la alimentación en palacio.
Desde que Leonor y Sofía no viven en Zarzuela, Letizia y Felipe hacen vidas separadas. No hay una gran complicidad entre ellos, y Jaime del Burgo se ha encargado de romperlo todo más.