Letizia vive uno de sus peores momentos. No puede controlar a Leonor, algo que no logra superar, ya que la monarca es demasiado controladora. A la reina no le gustó la idea de que sus hijas estudiasen fuera de Madrid porque eso implicaba que tenían que vivir solas, de forma independiente. Siguieron los pasos de su padre y vivieron unos años de libertad e independencia, como cualquier otra adolescente de su edad. La princesa estudió en el UWC Atlantic College de Gales, fue precisamente allí donde obligó a la dirección del internado un informe semanal sobre el rendimiento y el comportamiento de su hija , también lo hace con Sofía, incluso llegó a exigir un cambio en el menú para hacerlo más saludable. Sin embargo, en la Academia General Militar de Zaragoza no ha tenido la misma suerte. Los militares han negado un control de la joven en su centro.
Leonor está disfrutando de uno de los mejores años de su vida, aunque la formación militar no hubiese sido su preferencia si no hubiese sido la futura reina de España. Tiene un importante grupo de amigos con los que sale todos los fines de semana por Zaragoza. Se la puede ver en muchos de los bares de la zona universitaria, siempre acompañada por sus escoltas, quienes le transfieren la información a Letizia.
Leonor disfruta de una noche de fiesta hasta las seis de la madrugada con amigos
Aprovechando el puente de diciembre, Leonor ha aterrizado en Madrid y lo ha hecho con algunos compañeros. Precisamente con ellos ha ido a una conocida discoteca de la capital. Ya tiene 18 años y las puertas de estos templos de la juventud se han abierto para ella de par en par. Se llama Fitz y es una sala exclusiva que cuenta, entre sus clientes, con caras tan conocidas como Laura Escanes, Juan Betancourt, Alejandra Onieva o Jon Kortajarena. La princesa estuvo en el establecimiento el pasado viernes 1 de diciembre por la noche. Iba acompañada de cinco amigos y dos amigos. Se desconoce si uno de ellos es la pareja actual de la hermana Sofía. Entraron por el interior de un hotel, una puerta lateral, secreta, para estos menesteres. Se quedaron hasta el cierre en una sala VIP, cerca de la cabina del DJ. Eran pocos los que sabían que Leonor se encontraba allí. Había seguridad por todas partes. Una presencia máxima.
Se marcharon sobre las seis de la madrugada, un horario que no gusta a Letizia, aunque ella era exactamente igual que su hija cuando era joven. Se tomaron vodka y refresco de limón. Por petición de la reina, las escoltas de la princesa velan por su seguridad, pero también por su integridad. Tienen que procurar que no aparezca ninguna fotografía de la hermana de Sofía que pueda perjudicar su futuro reinado.