La relación entre Felipe y Letizia nunca ha sido fácil. Ningún matrimonio es sencillo, pero menos si son los reyes de España. El entonces príncipe se enamoró de aquella presentadora de informativos de TVE. Hizo todo lo posible por cruzarse en su camino. Pidió a Pedro Erquicia que organizase una cena y la invitase, allí se conocieron y continuó con su insistencia. A Juan Carlos le llegaron los rumores, pero pensó que sería solo una aventura. Sin embargo, poco tardó en ver que su hijo estaba enamorado. Amenazó con dejar la corona. El hermano de Elena y Cristina tenía claro que sería la madre de sus hijos.
Letizia fue muy sincera con Felipe VI y antes de anunciar su compromiso, a finales de 2013, le confesó algunos episodios de su pasado que podrían dañar a la corona, como sus abortos. El príncipe personalmente eliminó todas las pruebas. Fue un gesto que el hijo de Juan Carlos valoró gratamente.
Sin embargo, Felipe VI perdió la confianza en Letizia y algo que le hizo sospechar que la reina podría serle infiel con otra persona. Él mismo empezó a espiar a su mujer. Como Juan Carlos y Sofía, los reyes se muestran muy unidos ante las cámaras. Sin embargo, lo que sucede en palacio es una realidad bien distinta. Existen problemas muy graves. La mayor crisis la vivieron en 2013, y no sería por el caso Nóos, o las polémicas de Juan Carlos, sino por una supuesta infidelidad que ha revelado esta misma semana Jaime del Burgo.
Felipe VI desconfiaba de Letizia
Felipe VI no se fiaba de los viajes de Letizia fuera de España. Cada vez eran más constantes y a veces no cuadraban con su agenda institucional. Decía que era por motivos de seguridad pero pidió a sus escoltas que le notificaran de todos los movimientos de la reina. Estaba celoso, y no se fiaba. Siempre ha creído que había otro hombre.
El matrimonio no atraviesa un buen momento desde finales de 2013. Cuando la corona sufrió un importante problema y Letizia obligó a Felipe a alejarse de toda la familia. Cuando Letizia supo que estaba siendo espiada montó en cólera.
"Estaba en Londres. '¿Qué haces el fin de semana?'. 'Trabajar'. '¿Vienes a verme?'. Me quedé a pasar el fin de semana en Zarzuela. Era julio de 2010. Tumbados en la misma hamaca, bajo el porche de la piscina, enfrentados, me dijo ‘te amo’ y le respondí ‘te amo’. (La última vez que nos lo dijimos fue el 20 de mayo de 2004, en El Latigazo, un restaurante próximo a Zarzuela). Aquel instante, en la hamaca, fue uno de esos en que la vida da un vuelco. Esa misma noche continuó nuestra relación amorosa, interrumpida años antes, porque el amor siempre estuvo desde nuestro primer viaje a Venecia en 2002. Viajamos a Cabo Verde, a Grecia en crucero, a los Estados Unidos, a la campiña en Inglaterra, a Provenza en Francia, hasta finales de 2014”, revela. En aquella época él mantenía una relación sentimental con Telma Ortiz y ella con Felipe VI. Ambos les descubrieron y allí acabó su relación.