Al espectáculo penoso de ver a Juan Carlos aclamado por sus incondicionales (los pocos que le quedan, la verdad) le faltaba la guinda. Y a pocas horas para que se largue otra vez tras su visita a Zarzuela, ha salido el gordoe. La máxima autoridad del juancarlismo, con permiso de Jaime Peñafiel y Carlos Herrera, ha abierto la boca: Esperanza Aguirre. La expresidenta madrileña, Maestra Yoda de la joven Padawan y sucesora Isabel Díaz Ayuso, se ha pegado una ronda de entrevistas en televisión partiéndose la cara por el emérito, su legado y su importancia para la sacrosanta unidad de España. Si hizo algo mal, oiga, mala suerte. "Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra" es su lema favorito. De eso sabe mucho. También de lanzarlas y esconderse. Vaya personaje.

El repertorio utilizado por Aguirre es la quintaesencia de la servidumbre más repelente y de la falta absoluta de principios decentes sobre la honorabilidad del cargo de Jefe de Estado. Básicamente la consigna es esta: el Borbón es Dios, está por encima del bien y del mal, no me lo toquéis que monto un pollo. Carcundia. Es lo que hemos escuchado en 'Al Rojo Vivo' de Antonio García Ferreras y su competencia en Catalunya, el 'Planta Baixa'. TV3 la ha entrevistado por esta cuestión y por la entrevista de FAQS a Villarejo, tras la revelación de unos audios que demuestran los tejemanejes del rey de las cloacas con el exdirigente popular.

Oír a Esperanza es entrar en dos túneles: el del terror y el del tiempo. Al final, ambos son lo mismo. Estremece oírla justificar las corruptelas, la jeta y el comportamiento execrable de Juan Carlos de Borbón. Por los argumentos que utiliza y por las formas chulescas que exhibe contra sus interlocutores. La idea es la de siempre: todo es culpa de Pedro Sánchez, y el que se salga de allí es un traidor, un golpista, una porquería. Vaya, que su paredón particular está más lleno que la playa en plena ola de calor. Eso sí, Espe siempre añade una morcillita a su discurso, dependiendo del canal y del ámbito geográfico, político e ideológico de aquellos que le dan voz.

Esperanza Aguirre, Sofía y Juan Carlos / Europa Press

En Catalunya y en la tele pública del país, Aguirre no podía dejar pasar la oportunidad de dejar la cuñita reaccionaria y antiindependentista. Ha tenido la poca vergüenza de acusar de separatista a la misma televisión que le ha puesto un micrófono enfrente y que la ha tratado con una educación y un respeto que ella no tiene por el resto. La frase es de una repugnancia y cinismo sideral. Marca de la casa, vaya: "Quién tiene que dar explicaciones no es Juan Carlos, sino este gobierno mentiroso que tenemos. Un gobierno que dice que la jefa del CNI es estupenda y al día siguiente la cesa. ¿Por qué? Porque quiere congraciarse con los independentistas catalanes, que usted y sus espectadores serán muy partidarios pero dieron un golpe de Estado y que este gobierno mentiroso los ha indultado". Vaya, que si quiere bolsa, señora.

Esperanza Aguirre defiende al emérito insultando a TV3 / TV3

Argumentos de mercadillo para defender a un rey corrupto. Todo en orden en la caverna.