La infanta Elena cumplió el pasado miércoles 20 de diciembre 60 años. Una cifra redonda que no quería pasar por alto. Reunió a toda la familia en un conocido restaurante de Madrid. Su idea era realizar el cumpleaños en Zarzuela, de este modo la reina Sofía e Irene de Grecia no tendrían que desplazarse. Sin embargo, a los pocos días cambió de opinión. Según las informaciones oficiales, la madre de Victoria Federica y Froilán prefirió que se celebrase en un restaurante para que no fuese una fiesta muy encorsetada. Sin embargo, las malas lenguas echan la culpa a Letizia. La reina no quería que se celebrase en palacio porque sabía que Juan Carlos iba a asistir a la fiesta y el emérito tiene terminantemente prohibido pisar el recinto.
Si no hubiese venido Juan Carlos, la fiesta podría haberse celebrado en Zarzuela, aunque Letizia estaba preparando sus reglas. Según fuentes cercanas a Casa Real, la reina prohibiría a todos los invitados salir de palacio, entrarían directamente con el coche hasta el estacionamiento de al lado. Se dirigirían directamente al salón en el que se celebraría el cumpleaños. Los reyes viven en el pabellón del príncipe, a un kilómetro de distancia en el mismo recinto. Además, descartó que se celebrase por la noche, ya que al día siguiente ellos tenían que cumplir con la agenda institucional y no iban a permitir que molestasen hasta altas horas de la madrugada, querían pasar una noche tranquila.
Letizia no quería a Juan Carlos en Zarzuela
La infanta Elena invitó a todos los familiares y a algunos amigos íntimos, no se esperaba la presencia de Felipe y Letizia, ya que los reyes siempre declinan este tipo de propuestas, sin embargo, para sorpresa de todos se presentaron en el restaurante. Unidos y con una sonrisa. Son muchos periodistas los que creen que esa visita de la reina escondía algo más. Solo quería zanjar los rumores de una posible infidelidad a su marido y pedir ayuda a los Borbón, esa familia que durante años le ha dado la espalda y más tarde ella se ha vengado.
"En estos momentos la reina Letizia está haciendo penitencia. Está comiendo con su familia política con quien tan mala relación tiene. Esta familia política que la detesta y que le ha hecho la vida imposible estos últimos años", ha comenzado, directa y tajante, Pilar.
“Yo creo que ha tenido que agachar la cabeza. Lo que no ha conseguido nadie, lo ha conseguido [Jaime] del Burgo. Con esos tweets ha conseguido que Letizia se convierta en una persona sumisa, que pida disculpas de esta manera, que quiera estar al lado de su familia y que la proteja la familia real, algo que hasta ahora no había necesitado porque estaba en una posición de fuerza y ahora no lo está", ha reflexionado Eyre.