Octava edición del videopodcast EN Blau VIP de 'El Nacional' con Marc Leirado presentando y dos tertulianos de lujo, la influencer Núria Martínez y el reportero Walter Capdevila.
Como siempre, el análisis más exhaustivo de las portadas de las revistas del corazón, que se han publicado este miércoles, y donde un clan destaca por encima el resto, el clan Pantoja, con imágenes y declaraciones de una ex pareja de la tonadillera o de Anabel, embarazadísima, como su prima Isa P. Pero el jugo del programa de hoy se lo llevan tres nombres propios, la infanta Cristina y la pareja que presentarán las campanadas de este fin de año en TV3, repitiendo como el año pasado, la pareja de guapos, simpáticos y buena gente que forman dos presentadores de nueva hornada de la casa, Laura Escanes y Miki Núñez.
Los dos compañeros repiten y Marc Leirado, en conversación con ellos en diferentes photocalls, ha conseguido un par de exclusivas a tener en cuenta. Por una parte, el hecho de que Núñez, que lo está haciendo de maravilla como presentador (últimamente, en TV3, de Eufòria o de Zenit) no le cierra la puerta a experimentar otras propuestas televisivas que le llamen la atención, como por ejemplo, hacer de concursante en algún tipo de reality, pero más bien, alguno del tipo Masterchef, más que no Supervivientes: "Pasaría demasiada hambre, creo que no... Yo prefiero comer hamburguesas". Un Miñi Núñez que ha revelado una exclusiva sobre su compañera Escanes, que preguntada por si ya tiene claro qué vestido se pondrá para las campanadas, ha dicho que "no tengo ni idea, cero, no hemos empezado, tenemos algunas ideas en la cabeza, pero hoy diría una cosa y mañana otra". Poco después, su colega el próximo 31 de diciembre nos decía que "yo iré acuerdo con Laura, que ya lo tiene medio claro. Yo sé que tiene alguna opción. Yo no lo tengo claro, pero ella en mayo ya lo sabía".
Y lo que ya sabía hace tiempo la infanta Cristina es qué harían con un piso suyo junto a la Creu de Pedralbes de Barcelona. Hace unos días, en exclusiva, EN Blau VIP ya les explicó, por boca de María Lapiedra, que ella e Iñaki Urdangarin habían comprado de nuevo este piso de lujo. "Ellos dijeron que vendían este piso para comprarse después el Palacete. Pero para que la gente no dijera 'si ya tienen este piso que vale mucho dinero, ¿por qué se compran otro'?, pues lo vendieron a una empresa... esta empresa que supuestamente compra esta vivienda es de Iñaki. Entonces ella le tiene que dar la mitad a Iñaki, ha hipotecado la parte de él. Ha hecho una hipoteca a quince años. Una estrategia de 'vendemos el piso, pero compramos el Palacete', era una manera que la gente no comentara de dónde han sacado el dinero para comprar el Palacete. Es decir, este piso nunca se vendió, se vendió supuestamente a una empresa que esta empresa era de ellos, de Iñaki y Cristina, y se hizo para disimular un poco la compra del Palacete".
Ahora hemos sabido que la infanta lleva desde el lunes en Barcelona, para ver si le pone hijo a la aguja con el piso y empieza a supervisar la puesta a punto y las obras pertinentes y quién sabe si empezar una nueva vida en la capital catalana. Cristina llegó el lunes, el martes por la mañana fue a la Fundació La Caixa, donde ella trabaja. ¿Y qué hizo ayer por la tarde-noche? Ir a ver a su hijo Pablo jugar con el Granollers. Y no ha venido sola. La ha acompañado su hija Irene, que hacía tiempo que no venía a Barcelona. Irene tiene muy buena relación con su cuñada Johanna Zott y su familia.
De hecho, el lunes durmió en casa de ellos y el martes ya en el hotel con su madre. Una Irene que llegó tarde al partido de balonmano de su hermano, motivo que le valió una bronca con su madre, una Cristina que se discutió con ella. Los tres días de Cristina en Barcelona han acabado, de momento, con un susto mayúsculo que podría haber acabado en tragedia. Cuando ha salido del hotel, para ir a la Fundació La Caixa, esta mañana hacía un viento de mil demonios en Barcelona, y justo al salir "han caído dos piezas", dice Leirado, quizás alguna pieza del techo del hotel o de algún árbol próximo, a un palmo de la infanta: "La infanta se ha asustado".