Ayer, el presidente español Pedro Sánchez preguntaba a Juan Carlos I que diera explicaciones si volvía a España. Pero lejos de las palabras, los hechos demuestran cómo los socialistas están favoreciendo el lavado de cara del borbón. De hecho, los socialistas han sido, junto con PP, Vox y Ciudadanos, los responsables de votar en contra para saber si se pagó con dinero público el silencio de la vedette Bárbara Rey para no publicar que era el amante de Juan Carlos I.

"El PSOE vota en el Senado en contra de la comparecencia de Bárbara Rey. No es que se opongan reiteradamente a los ideales socialistas, obreros, republicanos o demócratas, es que no dejan de insultar centenares de miles de víctimas de la España Negra que todavía nos gobierna", eso es lo que ha escrito Luis Gonzalo en su twitter, un exmilitar madrileño que ha denunciado de forma reiterada las prácticas, todavía ahora, franquistas, dentro de este cuerpo y la corrupción de todo el organismo.

El mismo Gonzalo explica el por qué de poner luz a todas las corruptelas: "En abril del 2014 decidí dar un paso adelante para denunciar todo aquello que sucedía habitualmente al mundo militar y que resultaba desconocido para una gran mayoría de la ciudadanía: acosos, abusos, privilegios anacrónicos, corrupción, predominio de ideologías extremas... Porque, contrariamente a lo que muchos todavía hoy creen, el Ejército español sólo sufrió en los últimos cuarenta años una ligera adecuación estética que le permitiera mantener sus estridencias y extravagancias el máximo tiempo posible. Por eso, al Ejército español hay prácticas que, si bien no han quedado completamente erradicadas, sí que son marginales, como las agresiones físicas, pero la gran mayoría de malas prácticas perduran de forma casi inalterable a la oscuridad del interior de los cuarteles, donde la ciudadanía ya no accede desde hace dos décadas".

Si nos fijamos en el último ejemplo que cita, el del asunto Bárbara Rey y Juan Carlos, hay que recordar que desde el mismo CNI se ha aceptado de la mano de todo un exdirector general que Bárbara Rey cobraba del antiguo Canal 9 valenciano, es decir una televisión pública, para devolverle el favor de su silencio. Era una incógnita saber qué haría al PSOE pero ahora parece evidente que no quiere levantar más esteras.

De esta manera, Bárbara Rey no comparecerá en el Senado para hablar de los fondos reservados que supuestamente recibió para no hacer pública la presunta relación que mantuvo con el rey Emérito Juan Carlos I. La decisión está en manos de la mesa de la comisión de Interior del Congreso, después de que la presidencia de la Cámara alta, que ostenta el socialista Ander Gil, tramitara la petición de Compromiso siguiendo los trámites marcados, que pasa para remitir la solicitud al órgano rector de la Comisión de Interior, donde el PSOE cuenta con tres de los cinco miembros.