Hablar de la familia real y de dinero siempre es ofensivo. No sólo por el millonaria gasto que supone mantener a los Borbones en su estatus de privilegiados y aprovechados, viviendo, y nunca mejor dicho, a cuerpo de rey a costa de los ciudadanos que paguen religiosamente sus impuestos, sino por otros gastos que cuando se van sabiendo, irritan todavía más al personal. La penúltima, el busto que Isabel Díaz Ayuso ha encargado para rendir homenaje el rey Felipe VI por su tarea. 110.000 euros del ala cuesta la broma. Que no es moco de pavo. Y ahora, la gran Pilar Eyre ha vuelto a poner sobre la pista otra morterada de dinero que en su día se destinó a una aberración y que a estas horas no se sabe exactamente qué se ha hecho.

felip joan carles

Felipe y Juan Carlos / GTRES

La periodista catalana recuerda que para que el rey emérito, ahora que lleva tiempo fugado en Abu Dhabi, estuviera contento, los pelotas habituales encargaron en su día un rinconcito de 6 millones de euros para que Juancar jugara con su escopeta: "El rey emérito tiene un pabellón de caza en el recinto de Zarzuela, que costó 6 m de euros, con aire acondicionado y vigilancia. Y con 500 ejemplares disecados. Nadie ha dado explicaciones sobre esto". Y tiene más razón que un santo. ¿En qué situación está este esperpento? ¿Todavía nos sigue costando dinero a la gente? Construido el año 2007, estuvo en funcionamiento hasta que JC se fue con el rabo entre las piernas hacia los Emiratos Árabes y la cronista se pregunta qué se habrá hecho del pabellón y de los animales disecados que cuelgan de sus paredes.

Algún usuario recuerda que "Creo recordar a la reina Sofía le espantaba" y Eyre le da la razón y añade que "Sí, y a Felipe también". La manía de Juan Carlos para cazar le viene de pequeño. Mucho antes de la vergüenza nacional con un rifle y un elefante muerto en Botsuana, explican de él que desde pequeño ya se volvía loco por matar animales. El periodista José María Zavala escribió hace tiempo que cuando era un estudiante de 10 años, cuando era Juanito, Borbón escribió que "Los días mejores y los más divertidos son los días en que vamos a cazar" a la zona de Las Jarillas, a 20 kilómetros de Madrid. De hecho, las Navidades de aquel año pidió a los Reyes Magos una escopeta de aire comprimido, una pistola de balines y un cuchillo de montaña... Depredador Juancar, Rambo de Borbón.

Elefante Juan Carlos

Esta obsesión cristalizó hace 15 años cuando Patrimonio Nacional puso en marcha uno de los proyectos más queridos por el monarca, construyendo su propio pabellón de caza en Zarzuela. La entidad que gestiona los bienes de la Casa Real española pagó un pastizal por esta "edificación auxiliar", como le llamaron. Un capricho de 1.000 metros cuadrados de superficie, con dos plantas donde se exponen los trofeos de caza, una cámara acorazada donde se custodiaba la armería del rey y que ahora languidece sin que nadie saque provecho o directamente, lo destruya.  "¿Cuánto le cuesta su mantenimiento a las arcas públicas? ¿Van a destinarlo a otras actividades ahora que Don Juan Carlos no reside en España?", se preguntan en Vanitatis. Aunque el mantenimiento es el mínimo indispensable para conservar el inmueble, este mínimo indispensable ya es ofensivo, con el difícil momento económico que viven muchos ciudadanos después de la pandemia: "revisión periódica de las instalaciones y en la aplicación (cada dos años) de los barnices de protección de la carpintería de madera exterior. El edificio tiene catorce años de antigüedad y por tanto no requiere, de momento, de más intervenciones significativas", detalla Patrimonio Nacional.

pavello caza

Sí, sí, sin embargo, ¿cuánto cuesta?: "Es muy difícil de cuantificar, ya que forma parte de los trabajos que se realizan con medios propios o con empresas encargadas del mantenimiento de la totalidad del complejo de Zarzuela. En cualquier caso, se trata de un porcentaje insignificante del tiempo que se emplea en el conjunto de estos contratos"... Hay que tener mucha jeta. Ha hecho bien Pilar Eyre en volver a poner encima de la mesa la existencia de este pabellón grotesco. Cuando la red dice que "Deberían dar explicaciones. Y si todavía existe, proceder a desmantelarlo". Eyre responde poniendo el punto en la i: "Es que supongo que si nadie pregunta, no tienen la obligación de informar"... La transparencia de Zarzuela, como siempre, haciendo acto de presencia.