El rey Juan Carlos ya hace dos días que está en España, pasando de todo y de todos, especialmente de los consejos de su hijo Felipe, y haciendo oídos sordos a las recomendaciones de que se quedara en Abu Dhabi, ha vuelto a su querida Sanxenxo para verse con sus amigotes, ponerse hasta arriba de marisco y salir a navegar. El monarca, por cierto, que fue recibido por muy poca gente, poca expectación, solo la de unos niños, uno de ellos con un perro que le hizo un lamido en la mejilla. A destacar también los gritos de "ladrón" que se oyeron en el Club Náutico de la localidad gallega:
Juan Carlos I sale a navegar con el 'Bribón' en Sanxenxo entre gritos de "ladrón" y de "viva el rey" https://t.co/wbocbfPyJu pic.twitter.com/gBhrMaj9DO
— Europa Press (@europapress) July 27, 2023
Un Juan Carlos que llegó con un aspecto extraño. Más delgado, con problemas de movilidad, como de costumbre, y teniendo que ser acompañado en algunos tramos, al bajar y subir del barco, y sobre todo, con una cara raruna. Un rictus extrañote, por la piel o por alguna cosa que no se sabía exactamente qué era. Pero Pilar Eyre, quién si no, nos ha sacado de la incógnita. Y es que solo verlo, la periodista y escritora catalana pensó "Francamente, no parecía él. Tenía una cara absolutamente distinta, hinchada por una parte, la mandíbula le había cambiado, los rasgos de la cara, aspecto más joven, mucha protección solar, con la cara casi blanca... Fije 'Tate, aquí hay tomate'". Un tomate que, traducido, vendría a ser: "Tate, aquí hay bisturí".
Eyre, en su canal de YouTube, acaba de publicar un vídeo dónde explica que se ha puesto en contacto con una amiga doctora especialista en tratamientos estéticos, que viendo las imágenes le ha dicho que el padre de Felipe se ha hecho "un tratamiento de factores de crecimiento, o plasma vivo en plaquetas, te ponen tú propío sangre, la centrifugan, sacan de esta sangre los factores que intervienen en el rejuvenecimiento facial y té los vuelven en poner, y seguramente también tiene, aparte, inyecciones de ácido hialurónico y colágeno". ¿Y bótox?: "No, a estas edades ya no se pone bótox en la cara, además tiene una expresividad que se nota que no ha sido bótox". No es la primera vez que lo hace. Él iba el año 2000 a la Clínica Estética Planas, delante de la casa de Cristina e Iñaki. Se aficionó tanto que incluso "se compró un apartamento dentro de la clínica para hacerse sus tratamientos anti-age. Eran épocas que el rey tenía moraditos por la cara, de los pinchazos y tratamientos. Entonces fue cuando estaba tan guapo y empezó a salir con Corinna". De aquí que aventure que "sospecho que este buen aspecto del rey, hipótesis mía, podría ser a que hay una nueva señora en el horizonte. Vuelve a estar en el mercado y se está haciendo este tratamiento".
Juan Carlos, nueva cara... ¿Una nueva 'Corinna' a la vista? Estaremos atentos. Lo que no ha cambiado, a pesar de la nueva intervención estética es que el emérito sigue siendo un caradura.