Rania de Jordania tiene a los 53 años todo lo que hace falta para ser la mejor monarca del mundo. Muerta Isabel II, la vacante está vacía, pero la esposa del rey Abdalá II es un icono. Primero porque no es lo mismo ser reina en un país occidental que en Oriente Medio, donde el machismo es más desacomplejado. Después porque ha entendido que la imagen que ofrece la reina es un orgullo para sus ciudadanos y Rania disfruta de una imagen impecable. Y también porque tiene que gestionar un marido con complejo de bajito. Acaba de celebrar 25 años de su acceso al trono y difundió una imagen absurda, recortando las piernas de Rania con photoshop para que no parezca que el rey es lo que es: bajo.
Rània es la reina perfecta, no manifestará en público su perplejidad por esta manipulación torpe, pero no disimulará. En los actos oficiales por la celebración del Jubileo de Plata, estos 25 años reinando, ha evidenciado lo que todo el mundo sabe: que Rania es más alta que Abdalá II de Jordania. Se ha puesto zapato alto y una diadema para parecerlo todavía más. A su lado el rey con la gorra militar enorme parecía un champiñón:
Los jordanos pueden estar orgullosos de la reina que tienen, que también celebra 25 años como reina aunque el heredero es él. Pero también será rey el hijo de Rania y le acaba de mostrar el camino para ser un hombre: no avergonzarse de ser pequeño porque la pequeñez mental es peor.
El vídeo del acto oficial, difundido al Instagram oficial de la casa real jordana, es un prodigio audiovisual pero lo más prodigioso es cómo ha ocultado la diferencia de altura entre Rania i Abdalá II en un frame, un segundo que pase desapercibido. Y después el rey querrá que le llamen Alteza.