Letizia tenía este martes un acto oficial, recibía la Federación de Asociaciones de Personas Sordas y ciegas de España. Por primera vez un animal tenía derecho a acceder a la recepción, un perro lazarillo, los que están especialmente formados para hacer de guía de las personas invidentes. La reina sabía que la prensa adora las fotos de animales y el rumor que corre de la animadversión de Letizia con los perros. Ha sido muy teatral cuando se ha agachado a acariciar un perro que se tumbaba en la moqueta real. No era para decirle que no se meara, aunque era lo que pensaba. La falta de interés de Letizia por los animales de compañía queda reflejada en su familia, los Ortiz, que no han tenido perro. En cambio en Zarzuela siempre ha habido. Incluso ahora conviven con Jan, el perro de la infanta Sofía que tiene nombre catalán. Decir que Letizia convive es excesivo, no lo saca a pasear y no debe ni vivir con ella sino a cualquiera de los palacios de Zarzuela.

Jaime Peñafiel mantiene viva su memoria de todo aquello que pueda describir mejor al personaje de Letizia. Le ha dicho Barbie, lo ha acusado de pintar a su hija Leonor como una Lolita o ha llegado a hacer público que los óvulos con los cuales Letizia gestó a sus hijas eran de Erika, su hermana. Otro día que escribía sobre ella la remataba con un aspecto que ya había revelado a EN Blau Pilar Eyre: Letizia detesta los perros. En una entrevista exclusiva, Eyre nos confesaba: "Letizia incluso expulsó el perro de la Zarzuela. Las familias reales o los presidentes de los EE.UU. siempre tienen perros y ellos nada. Animalistas no son. Felipe va a los toros". Peñafiel va más allá y desde el diario República.com acusaba a Letizia de acabar con la presencia canina en Palau, cuando hace años en la Zarzuela cada miembro de la familia llegó a tener su perro: Felipe, "Balú", un terrier y, más tarde, al pobre "Puskin", un schnauzer; su hermana Elena, un golden retriever, "Bruja"; Cristina, un teckel, "Gringo".
Los perros de los Borbones, EFE
Felipe y Puskin tenían una relación especial: "Cuando Puskin intuía que Felipe se iba de viaje, empezaba en tener problemas de estómago, vomitando con frecuencia. El príncipe no llamaba a nadie del servicio para recoger los vómitos, lo hacía él mismo". Pero de golpe, cuando llegó Letizia en Palau fue, según Peñafiel, como cuando el padre de Cenicienta se casó con la madrastra mala: "Cuando en 2004 contrae matrimonio, lo primero que hizo Letizia fue prohibir que el perro durmiera no en el dormitorio cono su amo sino en la casa. No soportaba entonces ni los perros ni los gatos". Lo que faltaba: Letizia enemiga de los perros.
Letizia haciendo el papel, GTRES
Peñafiel se recreaba: "Felipe lo pasó muy mal. Pero, como se está viendo, para evitar mayores problemas, aceptó lo que ella había decidido. Cuando al pobre perro le echaron de la casa, debió internarse en los montes que rodean La Zarzuela. Posiblemente, moriría de frío o atacado por los jabalies u otras alimañas que habitan en la reserva porque de él no se volvió a saber". El pobre Puskin devorado por jabalíes por culpa de la princesa. En público, la futura reina disimula ahora acariciando cachorros con Camila Parker Bowles o perros lazarillo de un ciego. Para Peñafiel el mal bicho es Letizia.