España asiste en tiempo real a una desaparición muy sospechosa, la del amante de Letizia Jaime del Burgo. 25 millones de personas vieron la foto de Letizia con pashmina dentro de un WC. Ahora estos millones están huérfanos. No queda nada de Jaime del burgo. Solo se sabe que vive en Londres con su mujer y su hija. Durante los tres últimos meses ha sido el enemigo público número 1 de la Corona, filtrando todo tipo de secretos, conversaciones, relaciones sexuales y delitos cometidos dentro de la que fue su familia: la Familia Real. Lo que nunca han hecho Jaime Marichalar o Iñaki Urdangarin, cantar, lo estaba haciendo el íntimo amigo del rey Felipe que se metía en la cama con las dos hermanas, Letizia y Telma. Lo explicaba todo en el único medio a su disposición: twitter. Tenía 35 mil seguidores que desde ayer, como anunció en primicia EN Blau, ya no pueden leer nada. Ni nuevo ni viejo. Perfiles y contenido, todo borrado. Jaime del Burgo ha desaparecido y esta vez parece definitiva, ni rastro en Instagram ni en twitter. Él era el delator, el chivato, el topo de Zarzuela y le han cortado las vías de comunicación. Sin eso, está acabado. El mensaje es doble, hacia él, que había enviado un ultimátum a Felipe y Letizia que lo ha acabado fulminando a él, y a todos los enemigos de Letizia, a los guardianes de sus secretos. Todos han ido callando.
Del Burgo fuera de juego y David Rocasolano desaparecido de circulación desde hace años. Como mínimo el primo de la reina, que reveló muchos de los cadáveres que guarda la reina dentro del armario, estuvo a tiempo de publicar el libro Adiós princesa. Del Burgo parece que nunca publicará Y nada más que la verdad, del cual solo quedará su título pretencioso. Los rumores sobre la salud, física o mental, de Jaime del Burgo, que sufrió dos infartos pulmonares, han sido constantes en todas las redacciones, para justificar no hacerse eco d elo que narraba. Una postura cobarde dado que nadie ha negado que lo que afirmaba fuera cierto, porque lo es. Y por eso ha caído. Quedan otros guardianes de los secretos más íntimos de la reina, especialmente dentro de su familia. Todos han ido callando: su primer marido, Alonso Guerero, su novio periodista David Tejera, que reveló presiones para que se olvidara del tema, y la más famosa, la tía republicana Henar Ortiz, hermana del padre de la reina Jesús Ortiz, la que tiene una cuenta de twitter con el lazo amarillo que denuncia la persecución a los independentistas. Que ha colgado un mensaje muy significativo en sus redes sociales:
La tía de Letizia ya sabe cómo las gastan: el que se mueve no sale en la foto, o directamente desaparece su foto. En su idioma paterno, el asturiano, Henar Ortiz escribe: "Ye lo que hay" que quiere decir Es lo que hay al lado de los tres emoticonos de los tres monos sabios: "No mirar, no escuchar, no hablar". Viene de un proverbio de Confuncio, el gran filósofo chino, y ahora quiere decir que hay que seguir el consejo y hacerse el loco, no hablar ni escuchar ni decir. Es lo que significa la desaparición de David Rocasolano y Jaime del Burgo para los que saben los secretos de Letizia: haced ver que no habéis visto nada, no habéis escuchado nada y, sobre todo, estad calladitos. Y la frase de resignación ante el miedo: "Es lo que hay".
Letizia siempre mirará de reojo a su familia. Paloma Rocasolano es su gran cómplice y nunca dirá nada. Jesús Ortiz, destrozado por la muerte de su hija preferida, Érika, reveló hace poco a El Faro de Vigo que no escribirá ni loco su vida con Letizia "No lo haría, morbos innecesarios. No quiero dar pie a nada. No tengo ningún interés. Tengo más que perder que ganar con esas cosas, no merece la pena". Hay miedo.