Dinamarca se estremece ante el anuncio sorpresa de la abdicación de la reina Margarita, la soberana europea con más tiempo en el trono. Su sucesión a manos del príncipe Federico, en medio de un oscuro panorama familiar, ha dejado a todos con la boca abierta. Esta sorprendente decisión viene en un momento turbulento para la Casa Real danesa, con Mary Donaldson prácticamente exiliada en Australia y Federico lidiando con el escándalo de sus desventuras nocturnas con Genoveva Casanova en Madrid.
Un reino en crisis: abdicación y transformaciones
La versión oficial de esta inesperada abdicación apunta a que la reina Margarita comenzó a considerar este movimiento tras su operación de espalda a principios de 2023. En un discurso televisado que paralizó al país, expresó que era el momento de "pasar el testigo a la siguiente generación". Un giro inesperado que ha llevado a la primera ministra, Mette Frederiksen, a agradecer los años de servicio de la monarca, desencadenando así una sucesión que ya se encuentra en pleno desarrollo.
De hecho, la monarquía danesa ha experimentado cambios drásticos en el último año. Margarita II había buscado modernizar la institución, retirando títulos a algunos de sus nietos en un intento por aligerar la carga económica y simbólica de su linaje. Como era de esperarse, el príncipe Joaquín y Marie Cavallier no recibieron con agrado la pérdida del título de príncipes para sus hijos. Sin embargo, no fueron los únicos afectados, ya que los dos hijos mayores de Joaquín, fruto de su primer matrimonio con Alexandra Manley, también dejaron de ostentar el título de 'altezas'. En medio de esta situación, el padre de los cuatro niños expresó su pesar: "Estamos todos muy tristes. Nunca es agradable ver a tus hijos siendo maltratados así", mencionó.
El ascenso de Mary Donaldson y los juegos de poder
Sin embargo, la atención se centra ahora en Federico, quien pasó de ser un candidato cuestionado a la corona a consolidarse como futuro rey gracias a su matrimonio con Mary Donaldson. El papel de Mary ha sido crucial, obteniendo gradualmente más poder y visibilidad en la realeza danesa. Nombrada capitana de la Guardia Nacional y con la posibilidad de ser designada como regente, su posición ha sido fortalecida, quizás como reconocimiento por su apoyo incondicional.
No obstante, los escándalos, como las polémicas fotos con Genoveva Casanova, han dejado a Federico en una posición comprometida. Encuestas recientes lo han calificado como inmaduro e irresponsable, mientras que la reina Margarita era vista como más adecuada para el cargo. Por este motivo, es posible que la abdicación haya sido una maniobra para salvar la reputación de la Corona, o quizás Mary Donaldson, resguardada en Australia, haya demandado el trono como recompensa por su apoyo inquebrantable a Federico, firmando una especie de pacto para ocultar los escándalos y maquillar las infidelidades del príncipe. Este drama parece sacado de una serie de Netflix. ¿Ha sido esta abdicación un acto desesperado para preservar la imagen de una monarquía en crisis? La decisión de la reina Margarita, en medio de turbulencias familiares y la erosión de la popularidad de su hijo, deja abiertas las puertas a todo tipo de especulaciones.