Federico de Dinamarca es uno de los personajes del momento. Un royal de primera división salpicado por escándalos de faldas, el último de ellos relacionado con la socialité mexicana Genoveva Casanova. Las fotos de su fin de semana intimísimo en Madrid desencadenaron una tormenta mediática, de estado y de matrimonio. Al final ha tenido que mediar la suegra, la reina Margarita, acelerando su abdicación. Había que consolidar la corona haciendo de Mary Donaldson, la mujer agravada, una reina con todos los honores. Ya era regente, pero ahora será la oficial del brazo de su marido juguetón, a quien pillan a menudo jugando fuera de casa. Margarita, de 83 años y que pensaba dejar el trono hacía tiempo, lo anunció por sorpresa la tarde del 31 de diciembre. 2024 se presentaba bien para Federico, finalmente.
El nuevo rey de Dinamarca, de 55 años, tomará posesión del cargo el próximo domingo 14 de enero. No le falta mucho, como quien dice está en capilla. Lo vimos, junto a su mujer Mary, tranquilos, relajados y sonrientes en diferentes actos antes del funeral. La tormenta había pasado de largo, dejando daños pero también algunos tesoros surgidos de las profundidades. Una corona no es poca cosa, es la meta de la clase royal. Reyes y príncipes sin reino no son más que wannabees. De segunda. Y él juega en la Champions. Diríamos que por fin ha aprobado la oposición. El problema, haberse cargado a su madre, a su mujer y una tradición de mil años de historia sin abdicaciones. Pero vaya, que se le pasará rápidamente. Hay dolores que le preocupan y lo hieren mucho más.
Concretamente, la noticia funesta que ha convertido su alegría en una situación dolorosa y conmovedora. La muerte de alguien muy próximo y querido, un amigo de toda la vida. No lo acompañará en su gran día, y esto lo ha dejado devastado. Se trata de Michael Haslund-Christensen, productor y director de cine de 58 años. Su funeral hace un par de días ha sido la última vez que ha aparecido en público. Y así será hasta que la ceremonia del domingo. Con Michael la relación de amistad se remontaba a los antepasados de ambos: cuando murió el abuelo del ahora difunto, la reina Margarita y su marido Joaquín asistieron a las exequias, condecorándolo con un título honorífico.
Federico quiso acompañar a los íntimos del director y colega durante la despedida: la viuda Pernille Haslund-Christensen y sus hijos, así como las hermanas y madre de Michael. Los conoce a todos bien y se ha querido solidarizar con ellos porque, de hecho, también es uno más de la familia. Tenía el título de cónsul honorario de Mongolia en Dinamarca y desde 2023, de cónsul general. Era autor de películas como 'La expedición al fin del mundo', 'Miss Osaka' o 'The prize of the Pole', aparte de protagonizar un documental junto a su padre, 'Padres e hijos', que incluía material grabado por el inminente rey de Dinamarca. No era una relación más. 2024, una de cal y una de arena.