La corona danesa tiene un hombre del saco, un coco, un monstruo que le provoca terrores nocturnos. Importante apreciación la de hombre, que no mujer. Se podría pensar que se trataría de Genoveva Casanova, la socialité mexicana establecida en Madrid con la que el príncipe heredero Federico mantenía citas secretas en la capital de España. Secretas hasta que la revista 'Lecturas' las convirtió en públicas, escandalosas y potencialmente catastróficas para el Reino de Dinamarca, claro. Pero no, no es ella. La ex de Cayetano Martínez de Irujo, de hecho, intenta salir del fangal por todas las vías posibles, aunque la sospecha de la llama encendida no la ha abandonado. Y por eso es un tema tan delicado que ha provocado un terremoto como la abdicación de Margarita II y la coronación de Federico y Mary Donaldson. Ahora bien, la amenaza Casanova impone, pero no tanto como la de otro miembro de la dinastía de los Glücksburg. Esta es devastadora: todo un príncipe dispuesto a hacer justicia. La que lo considera como tal, cuando menos.

Estos días se está reabriendo una vieja herida, el enfrentamiento entre el príncipe Joaquín, hermano menor del rey, y el resto de la estirpe. Especialmente, contra su madre Margarita II, autora material de lo que considera una crueldad. En el otoño de 2022, la reina anunciaba por sorpresa que los 4 hijos del príncipe, los guapísimos Nicolás y Félix, y Athenea y Enrique de Monpezat, quedaban desposeídos de sus títulos reales. Dejaban de ser Familia Real, en definitiva, quedándose con su posición destacada en la línea de sucesión, pero nada más. Joaquín, quien había protagonizado riñas anteriores con su madre, pasó a la acción junto a su esposa, Marie Cavallier. No hubo clemencia: Margarita quería aligerar la Casa Real, y marcaba una línea que atropellaba a sus propios nietos.

Joaquín y Marie de Dinamarca GTRES
Joaquim y Marie de Dinamarca / GTRES

Joaquim y Marie abandonaron su residencia en Copenhague para instalarse en Washington, donde el royal trabaja como agregado de la industria de defensa de la embajada de su país. El escándalo de infidelidad de su hermano, y especialmente las consecuencias jerárquicas que establecía, le ofrecía una brizna de esperanza. Pensaba que Federico X pondría fin a este agravio, aunque la relación entre ellos no es que sea idílica. Así lo comunicó a expertos en crónica real con el cambio de trono. ¿La respuesta de su hermano? El silencio. El diario danés 'BT', sin embargo, acredita nuevos movimientos de Joaquín para deshacer un nudo que amenaza la estabilidad de una Casa Real todavía con muletas.

Federico Mary Joaquin Margarita GTRES
Federico, Mary, Joaquín y Margarita de Dinamarca / GTRES

La versión del príncipe ultrajado empieza a extenderse por la opinión pública: "Es lo más próximo a una rebelión abierta". Recuerdan que "aquellos días luchó como un león para proteger los títulos de los niños. Era una guerra condenada al fracaso, y se dio cuenta muy deprisa. Cuando la reina y madre tomó la decisión, no había manera de revertirla". La gran pregunta ahora también tiene réplica: "No lo hará nunca. Federico no iría contra su madre ni contra sus decisiones. Cuando menos, mientras la reina siga con vida". Cambiar privilegios por una madre parece cruel, pero el negocio es el negocio. En todo caso, hay otro escenario plausible, sin tener que llegar a desenlaces funestos: hacer temblar al rey con sus secretitos. Una especie de chantaje. Dinamarca es una novela en tiempo real. Estamos enganchados a sus miserias.

Genoveva Federico Madrid Telecinco
Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova en Madrid / Telecinco