En el reino de Dinamarca no sale el sol desde el pasado mes de noviembre, desde la cazada al príncipe Federico en Madrid en compañía femenina y extramatrimonial. Sí, Genoveva Casanova, 'contigo empezó todo'. El revuelo ha sacudido los cimientos de la institución monárquica: huida de Mary Donaldson, operación de rescate en Australia, abdicación de Margarita y entronización del infiel y la engañada. Un reino por un silencio. Ha sido un recorrido nada fácil, y ni siquiera a estas alturas, con la nueva pareja real empezando su singladura, encuentran un poco de tranquilidad. De hecho, la presión no hace más que subir, y subir, y subir.

El palacio de Christianborg en Copenhague es el escenario del sobresalto nuestro de cada día entre los Glücksburg. El último acaba de salir del horno, y deja temblando a la Casa Real danesa. Un escándalo de violencia sexual que afecta directamente a la Guardia Real. El cuerpo especial de Margarita II, hasta hace 3 semanas, y ahora de Federico X. El rey no es el protagonista, pero parece que todo lo que le rodea es turbio e indeseable. No llega en el mejor momento, si es que una cosa como esta tiene alguno. Todo son problemas.

Un sargento mayor del cuerpo, de 42 años, está siendo juzgado por un tribunal de distrito, a raíz de la denuncia de una joven subordinada, que relata episodios horripilantes, vejatorios y delictivos. Explica un trato despectivo, el envío de fotografías masturbándose, abusos como obligarla a besarlo en la boca, persecuciones, acoso... De todo. La mujer tenía 21 años cuando tuvieron lugar los hechos, producidos en 2019, y todavía continúa aterrada. Durante la vista ante el juez no ha podido evitar llorar al recordar aquel infierno. La persiguió hasta un sótano, la puso contra la pared, la forzó... "Violento y agresivo", describía destrozada. También cómo gestionó lo que es imposible de gestionar: "No me atrevía a explicarlo a nadie. Estaba avergonzada de no poder cuidar de mí misma". Además, el personaje había repetido estas conductas con otros individuos, llegando a golpearlos. "Tenía miedo de que apareciera en mi casa, que me pegara o me agarrara".

Mary, Federico y Margarita / GTRES

El oficial, que fue suspendido de sus funciones, se ha declarado inocente. Solo admite haberse dirigido de manera desafortunada en algunas ocasiones, pero nada más. El próximo 7 de febrero se conocerá la sentencia definitiva, pero que se prepare. Lo tiene bien negro. Que se haga justicia, además, parece una necesidad imperiosa para el nuevo monarca. Más que nunca.