Letizia y Rania de Jordania comparten cirujano plástico. O si no es el mismo, uno copia al otro. Las dos reinas consorte, española y jordana, han pasado tantas veces por el quirófano que parecen gemelas. Letizia es más similar a Rania que a Letizia de joven. Se mimetizan excepto en una cosa: el buen gusto. Rania de Jordania vive en un país con carencias democráticas evidentes pero asume mejor el trabajo protocolario. El Christmas de la Casa Real Jordana es tan impecable que a su lado los retratos sepia de los Borbones por Navidad son caspa:
El rey Abdalá II con su esposa Rania y los cuatro hijos: las princesas Salma e Iman y los príncipes Hussein y Hassem perfectamente vestidos. Explica S Moda: "Una fashion statement que prescinde absolutamente de cualquier elemento que pueda evocar motivos navideños, uno fondo de un plató televisivo, camisas colores engamados, misma gama cromática. Para hacer separación de géneros, no por colores, sino tejidos. Mujeres seda, hombres algodón". Todo pensado para dar un toque occidental y moderno. Será impostado pero mejor que esto:
Muchos dirán que aunque aunque la mona se vista de seda, mona se queda. No se trata de envidiar un país menos democrático. Se trata de no hacer el ridículo también en las felicitaciones de Navidad. Y la de Jordania es visualmente más agradable que la farsa de Juan Carlos y Sofía, los defraudadores fiscales. Zarzuela es incapaz de montar una Felicitación de Navidad que no sea carca, ramplona y casposa. Rania vuelve a derrotar a Letizia.