El rey Felipe está tomándose el verano como muchos españoles con la crisis de los 50: cenas de Rodríguez, con amigos y a base de marisco y gin-tonics, o subiéndose a un velero dejando a su mujer en puerto y en alta mar hacer un parón al ver a su ahijada en bikini blanco a bordo de una lancha. En el primer día de regatas en Mallorca la escena ha sido esta:
1) buen padre de familia
2) buen marido
3) la mujer y las niñas se van
4) A bordo del Aifos con la tripulación masculina
El buen padre y buen hijo Felipe VI capitanea un velero con el nombre de la madre y la hija pequeña al revés: Aifos es Sofía. La joven tripulante del yate en alta mar no sabía que se encontraría de sopetón a su padrino y jefe del Estado e, incomodada, se ha tapado con una toalla su escueto bikini blanco con el que tomaba el sol. Según ha informado La Vanguardia se trata de Martina Jaúdenes, su ahijada.
Suerte que no hacía topless. Qué susto, tú.