El rey Felipe no aprende. Tardó 48 horas en reaccionar al referéndum del 2017 y a los golpes de porra que la policía dedicó a una parte de sus súbditos: la que votaba. Su nefasto discurso de parte (la parte que pega) del 3-O disparó el A por ellos judicial. Aquel día expulsó a media Catalunya. Ni una frase de comprensión a los votantes heridos ni al hecho de que es inadmisible que las fuerzas de seguridad, parte de las cuales él dirige como jefe de las Fuerzas Armadas, peguen a la población. Ahora Zarzuela no ha sabido o no ha querido evitar una foto que hunde la imagen real todavía más: el rey presidiendo una exhibición de antidisturbios, porra en mano:

EFE / Casa Real

Felipe VI ha supervisado en las instalaciones militares de Bétera (Valencia) el desarrollo de las maniobras "Ángel Guardián 19", Policía Militar en el ámbito de la OTAN. Ha vestido uniforme de camuflaje con su apellido al pecho bien visible "Borbón". Ha visto ejercicios simulados de: perros en combate y detección de bombas, un laboratorio de armas sucias y lo más parecido al 1-O: "La población local ha iniciado una protesta violenta contra las autoridades del campo de refugiados.Han intervenido un grupo de policías militares equipados con material antidisturbios".

EFE / Casa Real

Los antidisturbios armados van manchados con harina, para dar más realismo a las prácticas:  "El realismo con el que se han desarrollado ambos ejercicios -lanzamiento de harina o participación de manifestantes que simulaban estar embarazadas o en sillas de ruedas- ha motivado un interés especial por parte de Felipe VI". El rey departía con los agentes agredidos con harina. Sólo ha faltado las miradas de odio y el Fairy. Entrenamiento por si hay que volver al combate.