Es alta, rubia, delgada... y tiene la cintura y los puños de un campeón del mundo de los pesos pesados. Corinna Larssen no hace prisioneros, y cada vez que se suelta, la Zarzuela tiembla. Bueno, Zarzuela y Abu Dhabi, escondite de Juan Carlos I, huido de España para hacerse 'el longuis' de sus responsabilidades. De lo que no puede escapar, sin embargo, es del escarnio público al que le está sometiendo la alemana, que ha revelado en 'París Match' detalles jugosísimos de su relación extramatrimonial, regada con millones árabes. Primero, el miedo de Juanito a su mujer Sofía y al exPresidente español Mariano Rajoy, y después con la foto histórica de El Campechano vestido de 'dominguero' haciendo una barbacoa con el hijo de su amante. El chicle, eso sí, todavía se puede estirar más.
De la entrevista en la famosa revista francesa, rescatamos un pasaje demoledor y que tuvo lugar en Barcelona, en el año 2006. La entrega de los Premios Laureus reunió a la Familia Real en la capital de Catalunya, y el Borbón no tuvo inconveniente en presentarse con su amante a la vista de todo el mundo. Fue, explica, el primer contacto del actual Rey Felipe y la Reina Letizia con la alemana. Los entonces príncipes se lo tomaron de forma muy diferente: Letizia, "encantadora", descubriendo el talón de Aquiles del suegro, al que nunca ha soportado. Felipe, sin embargo, las pasó canutas, avergonzado con el 'papá' adúltero, que no se escondía de nada. Ni siquiera de demostrar su estima por Alex, el hijo de Corinna, que tenía 5 años. "Cuando llegó el rey lo abrazó. No estaba tratando de ocultar nada". Demasiado impúdico para una estirpe que sabía de la vida disoluta del padre, pero que se escandalizaban con determinados comportamientos.
Si Felipe se avergonzó del padre en 2006, no podemos ni imaginar lo que debe sentir en este 2020. Letizia, mientras tanto, se relame con la caída de su enemigo.