Dentro de cuatro días empieza el Mundial de Qatar. Un Mundial que viene rodeado de polémica, por todo lo que pasa y lo que no pasa en el país organizador, donde se pasan por el forro las libertades, donde las mujeres no tienen ni voz ni voto, donde hay machismo, LGTBIfobia y donde han muerto decenas de trabajadores construyendo los estadios con unas condiciones laborales directamente denunciables. Y para acabarlo de arreglar, el dinero manda, se ha decidido jugar este Mundial en una época impropia, parando todas las competiciones nacionales durante un mes y medio para poder jugar los partidos en noviembre y en diciembre en lugar del tradicional julio, donde allí las temperaturas son inasumibles para poder jugar. Un esperpento donde todo el mundo se pone de perfil, donde todo el mundo esconde la cabeza debajo de la alfombra. Todo vale. Se mueve demasiado dinero.
Con alguna excepción, como Dua Lipa, que ha dicho que ni está ni se la espera para cantar en la inauguración ("No me presentaré y no he tenido ninguna negociación para hacerlo. Estaré animando a Inglaterra desde lejos. Estoy deseando visitar Qatar cuando haya cumplido todos los derechos humanos que prometió cuando ganó el derecho a albergar el Mundial de Fútbol"), nadie dice ni pío ni planta cara, renunciando a jugar o a ir al Mundial: ni gobiernos, ni selecciones, ni jugadores ni aficionados. Por lo tanto, la Roja estará. La selección de Luis Enrique ya ha enfilado hacia Jordania, donde jugará un partido amistoso de preparación antes de establecerse en Qatar.
Como ella, el resto de selecciones participantes ya se preparan en las respectivas concentraciones de cara al debut en los próximos días. Los más matinales serán los anfitriones, que juegan el partido inaugural contra Ecuador. España debuta el miércoles a las 17h contra Costa Rica. El mismo día, tres horas más tarde, lo hará otra de las favoritas, Bélgica. Los diablos rojos del entrenador catalán Roberto Martínez se enfrentan a Canadá, por lo cual, los Lukaku, De Bruyne, Hazard, Courtois y compañía han empezado los entrenamientos a sus órdenes. El país se ha volcado en animar a los suyos, a ver si suena la flauta y mejoran el tercer lugar del último Mundial. Y no sólo el país. La casa real belga, también. Impagable un vídeo que se ha publicado donde el rey Felipe da apoyo a su selección. Primero, recibiéndo al entrenador en palacio. Después, yendo con él al césped, libreta en mano, silbato en la boca, para dirigir un entrenamiento al lado de Martínez y Thierry Henry. Indicaciones a Kevin de Bruyne, bromeando con los jugadores, vestido con chándal e incluso, luciendo un tatuaje para la ocasión, en la muñeca, con la Copa del Mundo y el nombre de su país:
...igualito que su homónimo español. Impensable ver un vídeo parecido en el Borbón. Un vídeo donde el monarca español se deje ir, guarde la corbata, se ponga pantalones de deporte y protagonice imágenes simpáticas entrenando al lado de Luis Enrique y mostrándole la libreta con las tácticas a Pedri o Ansu Fati.
Nos jugamos un guisante a que hará la típica visita con tufo de Barón Dandy, saludando uno por uno como si se hubiera tragado un palo de escoba y limitándose a un: "Váis a hacerlo muy bien. Os emplazo a ir a por todas. Todo el país está con vosotros", o alguna frase por el estilo marca de la casa. Nueva bofetada, pues, de un royal europeo a la imagen de siglo pasado de la monarquía española. En esto, Bélgica ya le ha ganado el Mundial a Espanya.